Eran las diez y pico,una mañana cualquiera,era sábado y
estaba lloviendo a cántaros.
¡vaya mes de Mayo que castigo¡ En vista de eso ,renunciaron a
su expedición de fin de semana y, como siempre que hacia mal tiempo , José Ramón
se llevó a los niños,Monchito e Irene,la pequeñaja,a casa de los abuelos.Ya no
tendría que ocuparse de ellos hasta el domingo por la noche.Convenía descansar
de vez en cuando de los hijos.¡Como pasa el tiempo,hay que ver¡Monchito ya casi
diez años,Irene a punto de cumplir cinco ,José Ramón al borde de la
cuarentena…bueno,y ella no era moco de pavo,claro¡treinta y seis añazos¡menos
mal que se conservaba de muy buen ver,con formas más rotundas que en su primera
juventud,y un culo…los hombres seguían metiendose mucho con ella por la calle,y
le tocaban el claxon en vista de que no podían tocarle otra cosa.Los albañiles
gritaban cosas soeces a su paso,desde los andamios…Era una mujer con todas las
de la ley,una mujer en plena pujanza.No tenía queja,la vida se portaba bien con
ella.
José Ramón le había dicho que se quedaba en la oficina dos o
tres horas,en vista del tiempo nefasto,para ordenar cosas,una vez conducidos los
niños a casa de los yayos,así que tenía toda la mañana por delante.Iba a pegarse
un baño…luego,se marcharían a comer por ahí.
Sonó el teléfono y fué a cogerlo,sonriente.¿A que se le había
olvidado algo al distraido de José Ramón?¡Como siempre¡
¿Señora de Sánchez Moreno?
Era una voz femenina,desconocida,muy segura de si
misma,odiosa.
¿Sabía usted que su marido es un adúltero?¿A que le había
dicho que se iba a la oficina a ordenar cosas?¡pobrecito¡últimamente se pasa la
vida ordenando cosas…y desordenando bragas en cierto apartamento.La dueña de las
bragas se llama Esperanza,y es una zorra que no hay por donde cogerla.Pero él la
coge,ya lo creo,por todas partes…que para eso paga el piso.Por cierto,puedo
facilitarle la dirección y el teléfono…coja algo y escriba,ande,¡so inocente…¡
Sagrario era incapaz de responder,de pensar,igual que si
acabasen de darle un puñetazo.Tomó bolígrafo y papel como un robot,y garabateó
con mano insegura los datos que le iba dando la otra,que,una vez cumplida su
¨benéfica labor¨,se despidió diciendo:-llame ahora,que seguramente los cazará en
plena faena.Les encanta follar por la mañana.Y colgó.
Como un robot,todavía,marcó en el acto el número
desconocido,cargada de aprensión pero sin poderse contener.Sonó el timbre
doce,catorce veces,dieciséis,y suspiró aliviada.Era mejor así.Ya llamaría otra
vez,o acaso no llamara nunca."Ojos que no ven…"Iba a colgar cuando,al otro
extremo de la linea,contestó la voz:¿Al habla?
Era,sin duda posible,su marido.Sólo él decía esa idiotez,"al
habla",y su voz resultaba,también,inconfundible.Una rabia desconocida invadió
todo su ser.Colgó.No estaba para raciocinios y sí para impulsos.Era preciso
salir de aquella casa inmediatamente,caminar por la calle,serenarse…Estaba tan
nerviosa que no encontraba nada.Se quitó el camisón y fue para acá y para allá
como loca,buscando prendas e incapaz de hallarlas.Al final se puso las medias
negras,las que estaban más a mano,sujetandolas con unas viejas ligas porque no
aparecía el liguero.Bragas…si,aquellas a medio desechar,que se le caían por las
piernas abajo.La falda escocesa.El sujetador negro y,encima,la "rebeca"aquella
de toda la vida.Renunció al baño y solo se lavó la cara antes de lanzarse a la
calle.Ni se pintó.Anduvo no sé cuanto tiempo.Experimentaba un odio tremendo y
absurdo contra los transeuntes.No podía resistir aquellas caras dantescas.¿Donde
meterse?No podía volver a casa,no iba a volver a casa quizá nunca.Y se le
ocurrió de golpe la solución.Un cine de sesión contínua.Allí podría matar un
montón de horas,no ver la cara a nadie,acaso serenarse.Se dió cuenta de que
había llegado,en su caminata,al centro.Se paró ante un cine de toda la
vida,viejo y de muy mala reputación.¡A ella que más le daba…¡Había un poco de
cola-,que barbaridad,sesión continua desde las diez de la mañana y ya lleno
antes de la una-,y esperó.
Muy poco después,sintió un ligero roce en el culo.¿Sería
fortuito?Seguramente.Pero al segundo,no las tuvo ya todas consigo,y había una
razón para ello,a saber,que el primer contacto fue en la nalga y éste cayó
derechito sobre la raja.Claro que tampoco estaba segura de la intencionalidad.Al
fin y al cabo,la cola iba engrosando tras ella y era lógico que empujasen un
poco.Al tercer roce,sin embargo,tuvo la certidumbre de que no era sólo la cola
del cine lo que engrosaba tras ella,sino también la del señor que la estaba
tocando…y es que la mano se quedó en su culo.Casi se encogió de hombros
mentalmente,"bueno,¿y qué?No pensaba rectificar su postura,y a lo mejor hasta se
dejaba meter mano un poquito-por encima de la falda,se entiende,que ella no era
una zorra.
Un dedo del hombre se movió ligeramente hacia abajo,siguiendo
la brecha de su culo,y se quedó allí plantado.Al poco,otro movimiento levísimo,y
la yema del dedo(había vuelto la palma hacia ella,el muy cerdo)ya estaba sobre
el ojete.Cuando se empezó a mover,acariciándolo,ya no había ninguna duda,pero
ella mantuvo su postura."Vale, guapo,disfruta"Lo malo,o lo bueno,es que a ella
también empezó a darle gusto el juegecito furtivo,y que sintió el primer
chisporroteo de placer entre las piernas.
Tenía gana de verle la cara a su tocador,pero no se atrevió a
volverse.Notó como le clavaba el dedo,ya descaradamente,en el culo,y como la
mano comenzaba a descender hacia su vagina.Debía tenerla semioculta por la
gabardina.Súbitamente,se dio cuenta,de que estaba mucho más mojada de lo que
creía,pués aunque escampó a ratos,durante su enloquecido paseo,hubo momentos en
que había aceptado impavida el chubasco sobre sí.
Incapaz de infiltrarse por entre sus apretados muslos,la mano
del hombre se explayó con la mayor osadía por el culo.Sobó las nalgas,y luego el
maldito dedo recorrió dos o tres veces ,descarado,toda la raja,aumentando el
placer de Sagrario,cuyas piernas comenzaron a temblar.Se sentía incapaz de
moverse.Se dio cuenta de que su magreador no estaba sólo,pues cuchicheaba con
alguien más.
-¿Qué os parece?El culo,por lo menos,lo tiene de primera.
Se hizo la despistada.
Tenía el dedo firmemente incrustado en el culo cuando se puso
a hablarle,bajito a ella.Sentía su aliento en la coronilla:
Dicen mis amigos que si te gustaría sentarte con nosotros en
el cine.Además,una mujer sola esta aquí expuesta a cualquier cosa,y nosotros te
protegeremos.Al fín y al cabo,¡ya tenemos un poco de confianza¡.
Y el dedo hurgó un poco más a fondo,subrayando la
confianza.Sagrario no dio respuesta alguna a la proposición,ni rechazó la
mano,que era la derecha,pues la izquierda apareció ahora sobre su hombro con
algo de dinero,mientras la voz decía:
-Toma,como estás la primera,saca las entradas de todos.Somos
cinco,incluyendote a ti…Y no te preocupes por la invitación,pues eso no
significa que tengas ningún compromiso con nosotros.Si quieres que nos
divirtamos un poco,bién,y si no,tan amigos.
¡Que hablador era el tio¡Y ella estaba tan derretida,tan
hipnotizada,que tomó el dinero sin rechistar.Ya era la una y pico,y comenzaron a
salir los del primer pase.La cola avanzó un poco,y Sagrario quedó acodada en la
taquilla,con el culo un poco en pompa.Su magreador había avanzado tras ella,y
ahora sintió sobre su culo otra cosa que no era ya,¡oh,no¡,la mano,sino una
polla bién tiesa.La apretó todo lo que pudo y la voz sinuosa,ya ronca,llegó de
nuevo a sus oidos:
-¡Cuatro como esta para ti sola…¡
Salió un grupito de gente,y Sagrario oyó su propia voz como
si viniera de muy lejos:
-Cinco entradas,por favor.
Entraron en fila india,sin que Sagrario se atreviese a
mirarlos,ya que mantuvo todo el tiempo la cabeza baja.La sala se encontraba de
nuevo a oscuras y cuando traspasaron las cortinas no pudo ver nada.Pero su amigo
estaba en todo.La tomó del brazo y la condujo hasta una fila
que-sorprendentemente,ya que el cine estaba lleno-permanecía sin gente.Era hacia
el final del cine,y enseguida entendió Sagrario porqué estaba vacía,¡había una
columna delante¡.Sólo se veía la pantalla a trozos.La hicieron sentar en una
butaca que tenía ambos brazos rotos.No se veía absolutamente nada.Se sentaron
dos a cada lado suyo.El que estaba a su izquierda no le dio un momento de
respiro,poniendole la mano sobre la falda,encima del muslo.Por la voz supo que
era su magreador:-¡Caramba,bién que te ha llovido encima¡No me había dado
cuenta…
A continuación extendió la gabardina sobre su regazo.Sólo
entonces pensó un instante Sagrario en su situación.¿Cómo escaparse de aquella
encerrona?.Bueno,tampoco es que tuviera ninguna obligación de mostrarse casta y
pura,después de lo del sinverguenza de su marido.Se dejaría sobar un poco por
sus amigos.Antes había pensado que por encima de la falda.Ahora estaba dispuesta
a permitir el magreo por encima de la braga.Y…eso,una vez saciado su apetito,una
vez "vengado su honor",se marcharía muy digna.Nadie podía impedirselo.
La raja,la de la falda escocesa,caía a la izquierda.La mano
de él se había infiltrado ya por allí,ascendido por la media,llegado a la carne
desnuda del muslo.
¡Quitate el imperdible¡
Se lo quitó.
-¡Dámelo¡.
Se lo dió.
Trepó la mano,ya sin impedimentos,acarició los pelos de las
ingles,le agarró el coño.
-¡Abre las piernas¡
Las abrió,y la mano se engolfó entre
ellas,palpando,recorriéndole toda la raja.A Sagrario le estaba dando un gusto
tremendo,casi como si fuera a correrse de un momento a otro.Notó que le salían
del coño líquidos candentes,como si fuera una principiante.El también lo notó.
-¡Que caliente estas tía¡
La mano de su vecino de la izquierda comenzó a trepar por el
otro muslo,pero por la cara inferior,como si fuera en busca del culo…
El charlatán habló de nuevo:-cierra un momento las piernas y
levanta el culo,que voy a quitarte las bragas.
Lo hizo.Se las bajó del todo,y vió de reojo como se las
guardaba en un bolsillo del pantalón.Bueno,las cosas no estaban saliendo como
las había planeado,pero es que el tipo estaba resultando tan expeditivo…
-Ahora ya puedes abrir los muslos de par en par,y saca el
culo para afuera todo lo que te sea posible…
Ella lo hizo.Quedó despatarradísima.Le estaba desabrochando
la falda por la cintura,y pronto se la abrió del todo,separando ambos
lados.Estaba con el coño al aire bajo la gabardina.Sintió la mano descendiendo
por su vientre,oprimiéndole luego el coño,bajando por la abiertísima
raja,"revolcándose" en sus humedades…Tuvo que gemir a la fuerza.El otro había
infiltrado la mano por debajo del muslo y recorría el culo,que estaba entero
fuera del asiento,mientras el primero comenzaba a masturbarla,pellizcando el
clítoris,introduciendo un dedo en la vagina,y deteniendo el masaje cada vez que
ella estaba a punto de correrse.
Quizás había llegado el momento de abandonar la sala,toda
digna.Lo malo es que no podía moverse.Casi no deseaba moverse.
Gimió.Nuevamente estaba al borde del orgasmo con las
manipulaciones de ambos,y él se detuvo,sin sacarle los dedos del coño.
-Has estado a punto de correrte otra vez,¿no?
Me llamo Paco,el que te está tocando el culo es Mariano,el
que tengo a mi lado es Jaime,y el de allá es Gustavo y es un guarro…le gusta que
se la chupen y chupar.
Empezó a mover la mano,deliciosamente,mientras Mariano iba
introduciéndole en el culo todos sus dedos,alternativamente.
-Aquí no se puede hacer nada…Fué Paco el que había hablado.
-Puedes venir con nosotros a mi casa,que está cerquita.
-Vamos a cambiar el sitio a nuestros amigos para que te vean
bien.
Y,efectivamente,trocaron sus asientos con los amigos.Seguía
ella con las piernas abiertas,al borde del orgasmo,deseando ser tocada a fondo…
Jaime,le agarró el chocho,pringoso y cálido como
estaba,mientras que Gustavo,se limitaba de momento a desabrocharle la
rebeca.Oprimió las tetas por encima del sujetador,y luego se las sacó por la
parte de arriba.Aún en la penumbra,pudo Sagrario verse sus grandes pechos,tan
blancos,y se enorgulleció de que siguieran tan firmes.
Jaime pareció excitarse más al contemplarlos y musitó:
-Quiero verte el coño.
Y,uniendo la acción a la palabra,retiró la gabardina.Apareció
el vientre blanco,y allá abajo la mancha de negrura,con la mano de Jaime hundida
en su pelambrera inferior.
Oyó a Paco:
Vámonos de una vez.-Ya te lo hemos tocado y ahora queremos
vértelo a fondo.
Era un razonamiento raro,pero a Sagrario le pareció
perfectamente lógico:claro,si les había dejado tocárselo,¿por qué no les iba a
permitir vérselo?.Bueno,se lo enseñaría,y luego se marcharía muy digna.
No le devolvieron ni el imperdible ni las bragas.Si se
descuidaba y venía un poco de viento cualquiera de los transeuntes podría verle
el coño.Todavía no se había atrevido a mirar a sus "amigos".Salió como había
entrado,precediéndolos,y ellos marchaban detrás haciendo comentarios obscenos.
Un poco más adelante llegaron hasta el portal más bién
mugriento de una casa antigua.Paco le gritó desde atrás:-¡Es ese portal¡
Subió la escalera precediéndoles,y alguno iba tocándole el
culo sin parar.Vió de refilón a Paco mientras abría la puerta,pero sin mirarle
del todo.Era alto,moreno,delgado…ni muy joven ni muy viejo.Se daba cuenta de que
no era muy buena definición,pero a ella en este momento no le importaban mucho
las caras,los tipos o los años.
Entraron por un pasillo,en el que Paco encendió todas las
luces,llegando a un cuartito de estar con dos balcones.Las persianas estaban
echadas sobre la barandilla,librándoles de las posibles miradas indiscretas,y
Paco dio más luces.
-¡Pasa,guapa¡
Hurgó brevemente en su cintura y la dejó sin falda.Ella
siguió su camino hacia la pared de enfrente y cuando no pudo avanzar más se
paró.Era consciente del espectáculo que estaba ofreciéndoles.Dos medios muslos
blancos y hermosos sobre las medias negras y un culo turgente.Avanzaron también
ellos,y "oyó su silencio"Notó manos palpándole las nalgas,dedos siguiendo el
carril de su trasero y luego otra mano que se infiltraba por entre sus piernas
apoderándose del chocho.Oyó a alguien:
-¡Joder,que culo¡
Y ropa que caía.
-¡Venga,enséñanos el coño¡
Seguía dándole vergüenza,pero por otra parte deseaba
desesperadamente ser penetrada por los ojos…y por más cosas.Se volvió poco a
poco y quedó enfrentada a ellos.Jaime,debía ser Jaime,se había quitado ya toda
la ropa,y su enhiesto miembro la apuntaba directamente.Alguien,debía ser
Gustavo,le estaba desabrochando su "rebeca" y se la quitó,dejándole sólo el
sujetador y las medias.Por cierto,el sostén era de los que llegan a la
cintura,corrigiendo los pequeños michelines de la maternidad.Aquella visión
pareció excitarles aún más.
Gustavo se hizo un lio al pretender quitarle el sostén,y optó
por levantárselo por encima de las tetas,que volvieron a escaparse de su
encierro.Así quedó,mirándoles,con el sujetador remangado por encima de las
tetas.Empujaron suavemente a Sagrario hacia la alcoba,enseñándoles otra vez el
culo:
-¡Túmbate boca arriba¡…Muy bién,así.Abre las piernas.Dobla
las rodillas…Separa más los muslos,¡venga¡
Ocho ojos estaban clavados en sus partes más íntimas,y no se
pudo contener.Levantaba el culo,alzaba el chocho,ofreciéndoselo,bién
abierto,bién húmedo,y gritó con voz de bestia en celo:-¡¡¡Folladme,por favor¡¡¡
Un momento después,Jaime se la había introducido hasta el
fondo,y acto seguido estaba al fín jodiéndola poderosamente.Se había apoderado
de sus nalgas con las manos,y le chupaba las orejas,la boca,el cuello…Los demás
seguían en la habitación,desnudándose afanosamente,y empezó a notar otras manos
sobre sí.Tenía los ojos cerrados y siguió así al desbordarse Jaime dentro de
ella y mientras gritaba como una perra herida.Alguien,probablemente Paco,la hizo
ponerse boca abajo.con el culo en pompa,con las piernas bién abiertas,y se la
metió a su vez.No es extraño que su segunda corrida fuese superior aún a la
primera,y que aullara como una bestia,de nuevo…
Mariano comenzó a lamerle el culo,y a continuación le
introdujo un dedo,primero suavemente,y cada vez con más fuerza.Notó como la
punta de la polla se introducía poco a poco.Sagrario no pudo aguantar más y echó
el culo para atrás.La polla de Mariano entró de golpe.Era la primera vez que se
la metían por el culo y Sagrario volvió a los mismos deleites de antes y al
final estalló de nuevo en un prolongado orgasmo.Paco y Jaime estaban en el
cuarto de estar.Les oyó llamar por teléfono.Decían algo así como "menudo
chollo,ya vereis que sorpresita.No entendía nada.
Gustavo era muy guarro,en efecto,pero lo chupaba…Y fue el que
más disfruto de sus tetas,hasta entonces casi ignoradas.No solo se las mamó a
conciencia,sino que le hizo acariciársela con ellas,masturbarle un rato…y luego
con un sobaco,que Sagrario llevaba aún sin afeitar.Al final se corrieron ambos
en pleno "sesenta y nueve".Acabó cansadísima,y le hubiera gustado cerrar los
ojos y dormir profundamente.En esto sonó el timbre de la puerta.La mandaron a
ella que fuese a abrir..La mandaron a ella que fuese a abrir.¿Y mi ropa?-Vete a
abrir así.Salió desnuda,tan sólo con una media puesta.Abrió la puerta y
vió…cuatro,cinco,seis tios más.Doce ojos se quedaron prendidos de su
desnudez.-¡Vamos¡
Les precedió hacia la alcoba.Cinco o seis manos iban
magreándola y para cuando llegaron a la alcoba uno se había sacado ya la
verga,que superaba el calibre de todas las anteriores.Se tumbó Sagrario sobre la
pringosísima cama,abrió las piernas y se dejó penetrar por aquel tremendo
ariete,mientras los demás iban desnudandose alrededor de la cama.
Pensó por un segundo en el imbécil de su marido.Ya ves
tú,seguramente estaría tan ufano por tirarse a otra tía,mientras que ella,sin
mover un dedo,tenía diez pollas para ella sola.