CAPÍTULO 10 La nueva patrona
Después de pasar toda la noche despierta, regresaron al médico para que diera el visto bueno a su viaje de regreso, almorzaron y luego subieron a su habitación a refrescarse y terminar de hacer las maletas para regresar. Gabriel ultimó los últimos detalles del viaje de regreso a tierra firme y luego a la hacienda. Estaba vestido con un jean, una chemisse y zapatos deportivos. Alicia al terminar de dejar en orden sus cosas se arregló colocándose un jean ajustado que resaltaba sus caderas, sobre un body que realzaba sus senos a mas no poder, unos botines negros con tacón, se recogió el cabello en una cola de caballo, un maquillaje muy natural y unos lentes oscuros que había comprado en el pueblo, tomo su bolso y le indicó a Gabriel que ya estaba lista. Tomaron la misma avioneta de regreso, pero en lugar de aterrizar en Caracas lo hicieron en el pequeño aeropuerto de Calabozo, un conocido pueblo del estado Guárico, conocido por su paisaje llanero, sus mitos y leyendas, Alicia no se extrañó de que Gabriel eligiera aquel pueblo para su negocio, pues ese era uno de los estados ganaderos por excelencia, el paisaje lo encontró hermoso, muy distinto a las montañas de los andes donde había crecido y muy lejano a la metropolitana que era Caracas. En el aeropuerto se encontraba Edgardo en la camioneta con el chofer esperandolos. Al pisar tierra, el teléfono de Alicia sonaba sin cesar, cuando vió el número decidió desviar las llamadas no quería más problemas y ese era uno.
E: patrón bienvenido, patrona bienvenida, nos alegra tenerlo de nuevo aquí en casa todo listo patrón
G: gracias Edgardo, no te preocupes yo monto las maletas ayuda a Alicia
A: gracias, es muy amable, Edgardo, ¿cierto?
E: si patrona estoy a sus órdenes, para lo que necesite, usted mande que yo obedezco
A: que exagerado, sonrió Alicia, pero muy agradecida, veo que admiras mucho a Gabriel
E: aquí entre nos, le debo todo lo que soy ahora, así que lo que me pida no es nada para mí, y bueno ahora que usted es su esposa, extiendo mi lealtad a usted también
Alicia se impresionó era obvio que por años Gabriel había ganado mucho respeto de todas las personas que lo rodeaban eso hablaba muy bien de el, se montó a su lado y dio el visto bueno para arrancar hacia la hacienda. En el camino atravesaron el pueblo con casas pintorescas y en el centro se veían casas estilo colonial, le pareció muy lindo, como si por esa calle pudiera viajar hacia el pasado luego pasaron por la gran represa, se veía imponente, Gabriel le comentaba las mil maravillas de esa obra de ingeniería, y luego observó el paisaje típico del llano esas sabanas que parecieran no tener fin, vacas pastando, lagunas, nunca había estado allí sintió que era todo un mundo nuevo para explorar.
Luego se pudo visualizar la entrada a la hacienda un gran portón amarillo un camino de tierra y a cada lado grandes palmeras que bordeaban el camino hasta la entrada de la imponente casa de dos plantas estilo colonial, con grandes columnas con detalles en los bordes, arcos, Alicia le pareció hermosa, la casa tenía un patio central que se extendía hacia una pequeña piscina, en la parte de atrás se encontraban las caballerizas, el resto eran pasillos que interconectaban una planta y un lado y otro de la casa. Los jardines bien cuidados con hermosas flores, arboles gigantes cercanos a la casa, todo era como de una película.
Alicia estaba impresionada de la belleza que encontraba en cada paso, pero sintió un nudo en la garganta al pensar en aquella finca como una hermosa jaula de oro en la cual Gabriel era su carcelero. Gabriel la ayudó a bajar de la camioneta la tomo de la mano y la guió hacia la puerta principal de la casa, pasaron el pequeño pasillo hasta la sala principal, en donde ya se encontraba reunido gran parte del personal de la casa y uno que otro trabajador de las ganaderías.
José Ángel miraba con morbo a Alicia, de pies a cabeza “está vieja pensé que tendría una jovencita como esposa, pero no hay que negar que la madurita se ve rica, seguro es una diabla en la cama, como me encantaría comerme esos melones” pensó para sí.
Para Alicia una mujer acostumbrada a tratar con todo tipo de hombres no fue difícil deducir la mirada de José Ángel, algo habitual en ella era analizar a las personas, no por lo que dijeran sino por su lenguaje corporal, esto se debe a que Alicia durante sus años de universidad entendía que su ingenuidad y falta de experiencia en la vida le hacían presa fácil de caer en trampas, y eso no ayudaría en su carrera, por lo que a la par de sus clases se las ingeniaba para entrar de oyente a algunas clases de psicología, donde aprendió a realizar análisis de comportamiento humano, aprendiendo a detectar a grandes rasgos cuando las personas mienten, cuando ocultan algo, y muy importante cuando no son lo que en realidad aparentan ser. José Ángel lo clasificó como otro cerdo más y quizá algo más. Con Gabriel desde el primer momento sabía que ocultaba muchas cosas y le había mentido en otras, la cuestión era cuándo tendría el los pantalones de enfrentarla.
Las presentaciones continuaron con Artemisa, la encargada de la cocina, los obreros de las áreas verdes y los encargados de atender las caballerizas y las vacas y toros. Finalizando con Celeste quien no disimulo que la presencia de Alicia no le agradaba con ella Alicia levantó la ceja, Gabriel la presentó como una muchacha muy trabajadora la pequeña de la casa que se había ganado su confianza y ahora era el ama de llaves de la casa, “pequeña de cuidado” pensó para sí.
G: desde ahora las cosas en esta finca serán distintas, Alicia Querales del Monte es mi esposa y por tanto la nueva dueña y señora de estas tierras, sus ordenes y su palabra tiene igual de peso que la mía, esto va con todos.
C: ay patroncito pero el respeto se gana, al menos eso creo (dijo tratando de sonar ingenua)
G: no hay discusión Celeste ahora es a mi esposa a quien deberás rendir cuentas con respecto a la administración de la casa
JA: patrón hablando de administración sabe que necesito más tiempo para terminar lo de las cuentas de la última venta es que usted sabe que no soy bueno con eso, me hago un ocho (mintió descaradamente, Edgardo lo miró con cara de no creer nada)
Para Alicia ese intercambio de miradas entre José Ángel y Edgardo confirmaron lo que creía, José Ángel no era de fiar.
A: bueno si me permiten puedo hacer las cuentas, no soy contador pero un balance lo puedo hacer y con gusto llamo a mi contador personal para que lo chequee y asunto resuelto, es excelente, bueno si no les molesta que me meta, digo para no perder tiempo, entiendo tu ignorancia José Ángel pero en este tipo de negocios es delicado, seniat, indepabis, y un sinfín de instituciones del gobierno no dudarían en buscar meter sus manos en estas hermosas tierras, así que lo mejor es estar con todo al día
G: entrégale las facturas y todo a Alicia, gracias mi amor por ayudarnos
Aquel “gracias mi amor” fue tan extraño para ella, no sabía como reaccionar, tenía que disimular, las clausulas se repetía en su mente.
A: de nada, José Ángel espero me entregues todo mañana y lo reviso con calma
G: ya no hablemos de negocios vamos a disfrutar siéntense un rato a comer los pasapalos que preparo mi querida Artemisa, extrañaba su comida
Art: tan bello mi sr Gabriel usted siempre tan galante
Alicia sonreía, si habían personas buenas, pero para ella no paso desapercibida los pequeños intercambios de palabras entre Celeste y José Ángel, sonreía al saber que de alguna manera les había dañado sus planes, “no son buenos, definitivamente”, “Gabriel a quienes metiste aquí”
A: ¿quién es ella, la del cuadro?
Celeste a propósito había dejado el cuadro de Amanda, con la intención de causar esa pregunta incómoda, que dejo a toda la sala en silencio.
G: es mi difunta esposa Amanda
A: por los detalles, la pintaste tu o me equivoco
G: vaya, había olvidado lo observadora que puedes ser, si la pinté yo
A: era muy hermosa, una mirada dulce y llena de amor, captaste su belleza interna muy bonito (dijo con melancolía recordando aquel viejo dibujo que el hizo cuando se conocieron)
G: era una gran mujer, te habría encantado conocerla
A: Podemos ir a nuestra habitación, quisiera descansar un poco
G: claro, Artemisa por favor nos llamas cuando la cena esté lista, vamos Alicia por este pasillo están las escaleras.
Alicia observo el patio central con el jardín algunas hamacas guindadas y la piscina, todo muy hermoso, sentía como si estuviera en un hotel estilo colonial. La mano de Gabriel sobre la suya le recordó que no era una escapada de placer, que era un trato, que esta sería su casa por tres años en los que debía cumplir a cabalidad con todo lo que había aceptado. Subieron a la habitación, otra foto de Amanda en una de las mesas de noche, Gabriel entendió que había sido Celeste, pensó en regañarla, pero lo tomó como una travesura de jovencita tonta.
G: si quieres cambiar algo puedes hacerlo
A: está todo muy bonito, esa peinadora era de…
G: no, esta fue hecha para ti, al igual que el vestier
Alicia observó que todas sus cosas estaban organizadas en el vestier, vestidos, zapatos, conjuntos, jeans, todo perfectamente arreglado. Reviso la peinadora y allí estaban sus cremas, lociones, cepillos, perfumes, accesorios, en fin, todas sus cosas habían sido trasladadas a esa casa. No tendría excusa para regresar a Caracas y ahora como haría para encontrarse con el investigador. Se sentó en la cama y el teléfono de ella comenzó a sonar incesante, era Fernando, tenía todo el día llamando y ya estaba harta.
A: Gabriel si te pido un favor , lo haces sin hacerme preguntas?
G: tengo opción?
A: bueno si no quieres no
G: dime
A: contesta el teléfono y dile a ese hombre que eres mi esposo y que estamos ocupados ahora
G: y quién es ese hombre
A: mi ex
Gabriel cambió su cara fue como un balde de agua fría
A: ¿es que tu pretendías que después de ti entrara a un convento o qué? O sea tú te casas y seguramente estuviste con quien sabe cuantas mujeres y yo no puedo tener un pasado
G: está bien, dame el teléfono (esperó a que volviera a llamar y contesto al tercer repique)
G: buenas noches
F: quién habla? Pásame a Alicia
G: soy el esposo de Alicia y ella está un poco ocupada en este momento, espero que entiendas en qué
F: la muy zorra se vendió tan rápido, cuanto le estas pagando por una mamada dile que me responda estoy dispuesto a darle lo que necesita
G: es mi esposa ahora y no necesita nada de ti, escúchame bien hijo de puta me entero de que te le acercas o la vuelves a molestar y te juro que aparecerás en las noticias en el espacio de sucesos, espero que ahora si entiendas que hablo en serio. (colgó y le paso el teléfono a Alicia)
A: gracias
G: con qué clase de hombres te metiste Alicia, no te reconozco, escuchaste lo que dijo
A: con hombres con los que no tuviera que comprometerme en una relación seria e interrumpir mi ritmo de trabajo y mis planes, con ese tipo de hombre, Fernando no era así al inicio, me he convertido en algún tipo de obsesión y ahora actúa como un loco
G: deberías tener cuidado con quien te relacionas
A: lo mismo te digo, ten cuidado
G: a qué te refieres
A: confías plenamente en tu personal?
G: si todos se han ganado mi confianza
A: ten cuidado y hazme caso
G: no cambies la conversación
A: no lo hago, pero ya que insistes si, he estado con cierta cantidad de hombres no soy una puta, pero tampoco soy una santa, soy una mujer con necesidades y he buscado con quien cubrirlas es todo, si te gusta bien y si no nada se puede hacer es parte de mi pasado
Gabriel caminaba evidentemente molesto, Alicia su Alicia había estado quien sabe con cuantos hombres, entonces lo había olvidado, el era su pasado y había regresado para cambiar sus planes.
G: entonces es momento que hablemos del pasado Alicia, es momento de hablar con la verdad
A: pero la verdad Gabriel, nada de mentiras
G: ¿Quién comienza?
A: tú
G: bien, hace 15 años regrese a la posada feliz de haber estado contigo por primera vez, mi sorpresa fue grande al encontrar a mi padre en mi habitación, había logrado localizarme y quería que me fuera con el, no quería, pero me convenció de hacerlo, diciendo que Patricia mi ex estaba embarazada y ella era hija del socio de mi padre que lo presionaba a que cumpliera con ella, me negué dije que me haría cargo del bebé pero que no me casaría, además que no creía que fuera mío porque había terminado hacía bastante tiempo con ella justo cuando te conocí tenía un mes sin verla. En fin, mi padre no escucho razones y cuando continue negándome le explique que te había conocido y tenía planes contigo, no se sorprendió, nos había estado siguiendo, así que me amenazó con hacerte la vida imposible o en su defecto desaparecerte, lo creí capaz, porque en una ocasión fui testigo de una movida igual, Alicia tenía 25 años apenas estaba tratando de hacer mi vida, lejos de el, precisamente porque conocía algunos negocios turbios entre mi papa y algunas personas del gobierno o militares, lo creí capaz de atentar contra ti o contra tu familia, no solo eso ya había dado el primer paso apoderándose de estas tierras que apenas había comprado, soborno a varios y tenía un poder, yo no tenía sus contactos no tenía su influencia ni poder, hubiese querido escaparme pero estaba seguro de que nos encontraría, no tenía tiempo de actuar de pensar, así que cedí, me aleje de ti, no podía dar explicaciones porque quise protegerte de todo.
Alicia escuchó en silencio, cuando iba a responder Celeste llamó del otro lado de la puerta para decir que la cena estaba lista, Celeste lo había escuchado todo.
G: continuamos después de la cena, te parece?
A: si
Bajaron a cenar, Alicia se sentó a su lado en la mesa de comedor, Edgardo se sento con ellos a cenar, conversaron un rato y Alicia repetía en su mente todo lo que Gabriel le había conversado. Celeste estaba en la cocina y le mando un WhatsApp a José Ángel diciendole que había averiguado algo, pero que le diera tiempo de escuchar mas.
Alicia le sugirió a Gabriel salir a caminar lejos donde nadie los viera y escuchara, presentía que Celeste era alguien de cuidado y que seguramente había escuchado la conversación, quería asegurarse de que solo estuvieran los dos, era evidente que en esa casa las paredes tienen oídos.
G: te toca a ti hablar dijo tomando su mano
A: bien, cuando regresé a mi casa esa noche, me extraño ver la luz del cuarto de mi hermana apagada pero no le di importancia me fui a dormir creyendo que al día siguiente vendrías a conocer a mis padres. Al despertar en casa nos dimos cuenta que Luisa no estaba y salimos a buscarla, te llamé te escribí y nunca respondiste, con mi papá fuimos a todos lados pero no la encontrábamos visitamos centros médicos, la policía, el río, la montaña, pasaron los días y tu no apareciste, pero si el cuerpo de mi hermana, lleno de las peores vejaciones que puedas imaginarte, fue violada, golpeada, estrangulada, mientras tu y yo estábamos juntos ella moría en manos de alguien, que hasta hoy no se sabe quién lo hizo, la policía no hizo nada, la investigación se enfrió, lo peor es que corrió un rumor de que mi hermana se dedicaba a la prostitución, te imaginarás, mi padre me culpo a mi porque no estaba con ella cuando debí, por años me dijo que yo era la responsable y le di la razón, yo soy la culpable, fui una estúpida al creerte y descuidar a mi hermana por estar contigo, los perdí a los dos, el mismo día, tengo 15 años cargando con la culpa, cuando regrese a Caracas muchas cosas pasaron que por ahora no me atrevo a contarte no me siento en confianza aún, lo cierto es que decidí abandonar la carrera de educación y comencé a trabajar de día para pagar mis estudios nocturnos en derecho, no fue fácil, porque me fui de la casa enemistada con mis padres, al punto que mi tía me negó su ayuda, pase muchas necesidades, pero aquí estoy de pie. Decidí ser abogada porque entendí que para aclarar lo de mi hermana tenía que saber de leyes, nadie nos ayudó porque no teníamos los recursos para costear investigaciones, por eso decidí ser abogada, encontraría los recursos y estando en este mundo podría conocer personas claves que me dieran acceso a información. Me guarde mi orgullo por ratos, para poder aguantar cerdos como Larrazábal para poder tener cierta influencia y continuar con mis averiguaciones, como veras tuve que hacer sacrificios, pero me jure a mi misma no descansar hasta hacerle Justicia a mi querida Luisa, y te advierto que ni tu ni nadie me podrán detener.
Gabriel quedo impactado por las palabras de Alicia, estuvo sola todo este tiempo, se valió de si misma, su familia la culpó de todo y le dieron la espalda. Comprendió su actuar, solo buscaba los medios, pobre Luisa, pobre Alicia, jamás imaginó algo así. La abrazó le pidió perdón diciéndole que esperaba que entendiera sus razones, el no podría imaginar por todo lo que pasó. Alicia lo separó de ella.
A: no me toques por favor, no puedo
G: no me alejes de ti
A: es que no entiendo, ¿por qué me sigues haciendo daño? ¿por qué me obligaste hacer todo esto? ¿qué no fueron suficientes 15 años de dolor?
G: Alicia por ahora no puedo explicarte los motivos de este contrato, pero necesito que confíes en mí, cuando tenga pruebas te mostraré mis razones pero con pruebas
A: entonces lo demás te lo contaré cuando me muestres esas pruebas
Regresaron a la casa y Alicia notó unas sombras correr hacia las caballerizas, le pidió a Gabriel que le explicara como llegar a la cocina que quería tomar agua y lo alcanzaría en el cuarto. Pero no fue a la cocina, fue cautelosamente hacia las caballerizas, tratando de que nadie la viera y no hacer ruido, entonces los vió allí estaban José Ángel y Celeste tirando sobre la paja, quiso dejar de ver, pero su curiosidad pudo más, José Ángel le estaba haciendo un oral a Celeste mientras ella le daba una mamada, luego José Angel la coloco en cuatro sacó el plug del culo de Celeste y lo cambio por su delgado y largo pene, los gemidos de Celeste no se hicieron esperar, le pedía que le diera más duro.
JA: me encanta reventarte el culo putita, ojala estuviera la patrona aquí le reventaría ese culo de una que tetas tan ricas tiene,
C: qué cerdo mmmmm me coges pensando en una vieja
JA: una vieja con unas curvas, una potra que me encantaría montar así como lo hago contigo
C: mmmm cállate y cógeme duro quiero tu leche
José Ángel comenzó a darle fuertes nalgadas saco su pene y lo volvió a meter de golpe mientras pellizcaba los pezones y enterraba la cabeza de celeste en la paja. Tomo un vibrador y le dijo que lo mamara ella lo mamo como si fuera un pene de verdad y José Angel lo metio de golpe en su vagina, Alicia se sintió acalorada, sentía sus pezones ponerse erectos, aquella escena era fuerte pero escuchar los gemidos de placer de Celeste y los gruñidos de José Ángel, tenía tiempo sin estar con nadie, pero aquello le confirmaba que contrario a lo que todos creían Celeste era una zorra y se entendía con José Ángel lamentaba no haber escuchado la conversación de ellos, para saber si ella había o no escuchado detrás de la puerta.
José Angel aceleró sus embestidas y terminó llenando el culo de celeste con su semen, le dijo que no podía lavarse que quería que atendiera temprano en la mañana al patrón así oliendo a sexo. Ella asintió obediente. Le exigió que siguiera de cerca los pasos de Alicia y que tenía que encontrar la forma de que no se diera cuenta del robo. “Bingo” pensó Alicia, por eso no le dan las cuentas, claro están robando a Gabriel, pero sin pruebas no hay delito, Alicia tomaría cartas en el asunto, a su manera. Cuando noto que se vestían salió casi corriendo a la cocina sentía su ropa interior mojada, y es que aquella escena fue bastante subida de tono y al mismo tiempo se lamentó no tener su teléfono para grabar y tener pruebas, sin pruebas era su palabra contra la de ellos y entendía que estaba en desventaja.
Artemisa la encontró pensativa tomando un vaso con agua, aun con las mejillas ruborizadas por lo que había visto.
Art: patroncita me asusto que hace allí solita y a oscuras
A: tomando un poco de agua, no quería molestar a nadie, aquí hace bastante calor y no estoy acostumbrada
Art: me imagino, usted viene de la ciudad
A: si y también de la montaña
Conversaron un rato de temas triviales y fue cuando entró Celeste acelerada y directo a su habitación, sin mediar palabras-
Art: no le haga caso, es que es una muchachita muy tonta, apenas tiene 25 pero la verdad le falta mundo
A: si se nota (dijo con tono sarcástico, que no captó Artemisa)
G: Pensé que te habías perdido
A: es que me quedé a conversar a gusto con Artemisa y se me fue el tiempo, ¿necesitas algo?
Art: si a usted dijo con una risita
Alicia se ruborizó y se sintió un poco incómoda, solo sonrió se levanto y se despidió de ella, Gabriel la siguió
G: recuerda que ellos no saben nada
A: no me tienes que explicar
G: bajé porque tardaste en subir, pensé que no habías encontrado la cocina.
Entraron en la habitación y Alicia se dirigió al baño después de aquello necesitaba un baño con agua fría, se quito la ropa entro a la regadera dejo caer el agua sobre su cabeza y su cuerpo, tomo el jabón y comenzó con el a recorrer, pero recordó la escena que acababa de ver, con los años Alicia se había convertido en una mujer muy sexual, no se sentía atraída por José Ángel ni mucho menos por Celeste pero no podía negar lo excitante de la escena, aunque notaba que José Ángel solo pensaba en su placer, lo cierto es que lo que vió era digno de una porno, sus pezones se fueron endureciendo, sentía como su vagina comenzaba a palpitar, recordaba la escena y al mismo tiempo recordaba los besos y caricias de Gabriel, sus manos fueron bajando hasta su vagina, comenzó a tocar su clítoris despacio y en círculos, jadeaba un poco y luego metio uno de sus dedos en su vagina metia y sacaba uno luego dos, mientras su otra mano apretaba sus pezones, comenzó a gemir a medida que se acercaba su orgasmo, lo que no había percatado Alicia es que no había cerrado la puerta del baño y Gabriel había visto aquella escena, era tan excitante verla que comenzó a masturbarse allí en la puerta observándola su semen brotaba en cantidades y antes de que Alicia pudiera darse cuenta cerro la puerta con cuidado y limpió toda huella de su masturbación.
La deseaba, si quería gozar de aquel cuerpo tendría que volver a ganar su confianza, no se imaginaba lo que venía para ambos después de esa noche.