ÚLTIMA PARTE TAMBIÉN SE PUBLICARÁ EN ORGÍAS.
Rubén se fue al rato de que acabaramos. Estuvimos hablando varios minutos, nos reíamos y organizamos cómo me iba a ir con él.
He comido, limpiado todos los juguetes a conciencia, he preparado las cosas para esta noche, el plan final de mañana y me he relajado en el sofá. A las ocho de la tarde me duché, cené y ahora mismo he acabado de prepararme. Un vestidito rojo que llega hasta mis muslos, con pintalabios también rojo, y sombra de ojos negra y azul. Me he puesto el plug hace rato, solo con eso y con preparar el arnés ya me he puesto cachonda. Menos mal que no llevo ropa interior, sino ya la habría empapado. Esta vez voy a utilizar mi otro dildo, uno negro que tiene una curvatura al final, lo que sí le da más forma de polla.
Las once. No tardarán en llegar. Esto de tirarse a las tías que mi novio infiel quería tirarse me gusta, y más aún el hacerlo con la tía con la que él quería hacer un trío. Que se joda. Me preparo una bebida, poco alcohol, que quiero estar plenamente consciente de lo que va a pasar esta noche. ¿Me escucharán los vecinos? Bueno, eso espero, que me escuchen gritar de placer como si no hubiera un mañana, si total, en unas horas ya no estaré aquí. Además, es sábado, noche de fiesta. Por suerte tengo pocos vecinos, es un edificio grande con casas grandes, dos por rellano, y nunca se han quejado, somos todos casi completos desconocidos. No siento ninguna pena por irme de esta casa. Ya me he mentalizado a lo largo de la semana, no sabía seguro dónde iba a ir, pero esperaba que Rubén me solucionara ese problema, como así fue. Es más, estoy deseando irme, empezar de nuevo lejos de un tío que me ha humillado. Ahora soy yo la que le devuelve la jugada, y estoy gozando como una perra del proceso.
Suena el timbre. No me demoro en abrir, estoy ansiosa. La primera que aparece es Vanesa. Se acerca y me da un pico, lo recibo de buen grado. Agarro su cadera antes de que se coloque a mi lado para presentarme a sus amigas.
-Qué ganas tengo de volver a ponerte la correa -le susurro cerca del oído.
-Y yo de que me la pongas, ama -me responde con el mismo tono de voz.
-Te presento -dice con un tono normal-. Esta es Lucía.
-Encantada.
-Igualmente.
Nos damos dos besos muy cercanos a la comisura de los labios. Es de mi altura, pelo negro, ojos marrones... Tiene una cara excitante, no sé por qué, pero tiene ese algo que hace que pienses 'tienes que ser una bomba follando'. En un rato lo comprobaré. Además, tiene buenas tetas debajo de ese top que deja poco a la imaginación.
-Ella es Noelia.
-Un placer.
-Igualmente.
Ella es más bajita. Rubia, tez clara y ojos azules. Parece una barbie. Pero se la ve un rollo salvaje en su séptum y el tatuaje que se ve por su escote que tiene en el entreteto. Ella tiene una figura parecida a la mía, no demasiado pecho, pero un culo de escándalo. Además tiene un cuerpo fuerte, se nota que va al gimnasio.
-Yaiza.
-Hola, guapa.
-Hola, ¿qué tal?
Es de tez morena. La más alta de todas. Tiene el pelo en trenzas recogido en un moño. Me encanta su peinado. Tiene dos pircings en su ancha nariz. Lleva un vestido azul hasta por debajo de las rodillas. Es de la que menos puedo intuir, pero tiene unos labios mullidos flipantes y sus ojos son de un marrón claro que te atrapa.
-Y por último, Estíbaliz.
-Hola, un placer.
-Igualmente.
Es la más atrevida sin lugar a dudas. Viene con una camiseta de rejilla con un sujetador transparente que deja ver un pircing en cada uno de sus pezones. Joder. Qué tetas. Son increíbles, más grandes que las de Vanesa y Lucía. Me cuesta mucho trabajo disimular que las miro. Es la que tiene un cuerpo más ancho de todas nosotras, con unas curvas de vértigo más que un circuito de carreras. Cuando se va hacia el lado sus vaqueros recortados dejan ver la mitad de su culo. Joder. Qué culo. Tiene el lateral de una pierna todo tatuado, así como la espalda. Con su andar sus nalgas rebotan de forma hipnótica. No me he podido ni fijar en el color de sus ojos.
Todas me han saludado sonriendo y con un dulce todo de voz. Son un encanto, así da gusto. Gracias Dios por traerme a semejantes diosas para follar, te prometo que no te defraudaré.
-¿Pongo música?
Casi todas contestan afirmativas al unísono.
Me acerco al ordenador y la playlist de las canciones de fiesta del verano empiezan a sonar por los altavoces del salón. Apago las luces y enciendo las lámparas que emiten luces verdes y rojas de baja intensidad. Son perfectas para una fiesta en casa. Me las tengo que llevar cuando me vaya.
-Tenéis sobre esa mesa todas las bebidas que queráis tomar.
-¿Todas?
La voz de Estíbaliz es sensual a más no poder. Las demás se rién. Yo mantengo la sonrisa y la mirada provocadora sobre ella que se retira también sonriente y desafiante a servirse una copa. Todas dejan los bolsos en el sofá y se sirven. Me acerco a ellas y empezamos a hablar. Conversamos sobre nuestros trabajos, nuestras casas, nuestra vida en general. Las conversaciones tribales que se tienen para ir rompiendo el hielo. Nuestros cuerpos se van moviendo al ritmo de la música y rápido empezamos a soltarnos a bailar. Pasan los minutos y las canciones. Con el devenir de todo me encuentro perreando con Vanesa. Se coloca detrás de mí y comienza a comerme el cuello. Mientras, contemplo a Estíbaliz moviendo sus caderas sensualmente con Noelia delante y Yaiza detrás. Lucía se acerca a nosotras.
-Os veo pasándolo bien.
-¿Tú no?
-Mucho, es un deleite visual todo.
-¿Bailas?
-Te veo entretenida con Vanesa.
-Bueno, a Vanesa ahora le toca mirar.
Me alejo de ella, que se queda en el sitio. Apoyo mis brazos en los hombros de Lucía y ella coloca sus manos en mi cintura. Cruzamos nuestras piernas y movemos las caderas chocando nuestras pelvis al ritmo de la música. Miro a Vanesa, que nos contempla embobada. Apoyo mi frente a la de Lucía. Pego más su cuerpo al mío. El calor me invade, espero que a ella también. Le doy la vuelta, apoyo su espalda en mi cuerpo y golpeo su culo con mi pelvis. Vuelvo a mirar a Vanesa, que se muerde el dedo índice. Recorro la figura de Lucía con mi mano y subo hasta su cuello.
-¿Así me vas a dar luego? -me pregunta.
-¿Quieres que te de?
-Quiero que todas me deis.
-Me gusta como suena eso.
-Pues anda que a mí.
-Yo estoy deseando probar tu coño y el de todas.
Apoya su cabeza en mi hombro y se frota todo lo que puede.
-Oye chicas, os veo muy calentitas ya, ¿no?
Estíbaliz nos interrumpe.
-¿Envida? -le pregunto.
-Un poco. ¿Queréis jugar a algo?
-¿A qué? -pregunta Noelia.
-Cada una pone en papelitos una acción y a quién se le hace, pero solo puedes que te hagan a tí una cosa. Las juntamos y una a una vamos sacando los papelitos y jugando.
A todas nos parece bien.
-¿Queréis ir a la habitación?
De nuevo todas conformes. Apago la música, cada una coge sus bolsos y vamos a la habitación. ¿Qué llevarán? Bueno, me lo puedo imaginar.
-¿Podemos llevar las lámparas estas de colores?
-Sí, claro.
Entre todas las trasladamos y las enchufamos. Las luces verdes y rojas iluminan la habitación y le dan un ambiente de lo más excitante. Troceo un folio y reparto tres cachos y un papel o bolígrafo a cada una. A ver, ¿qué escribo? ¿Qué quiero para mí? Bueno, he dicho que quería probar todos los coños de ellas, ¿pongo eso? Pero a lo mejor es un poco bestia, ¿y si sale lo primero?
-Oye ¿y si lo que pongo es demasiado atrevido como para empezar con ello?
-¿Qué vas a poner? -pregunta Estíbaliz. Todas sonríen-. Bueno, podemos poner cosas atrevidas pero poner también cositas para comenzar, que todas estamos ya calentitas, pero no es plan que lo primero que se haga sea follarse a una por todas partes.
Todas sueltan una risita y parecen estar de acuerdo. Bueno, puedo poner eso y lo suave ponérselo a otras. Pues venga. 'Laura es rodeada por todas y le come el coño a cada una'. ¿Qué más? Lucía quería que todas la folláramos pero, ¿tendremos todas arneses? ¿no lo pondrá eso ella misma? Puede ser. A ver, algo más tranquilo. Mmm... Ya está. 'Estíbaliz elige a dos personas para que le laman los pezones'. Genial. Lo último. Se la dedico a Yaiza. 'Elige a una persona para que la desvista por completo'.
Todas acabamos, descalzas nos ponemos en corro sobre la cama y colocamos los papeles en el centro. Estíbaliz coge el primero. Lo desdobla y lo lee. 'Estíbaliz elige a dos personas para que le laman los pezones'.
-Vaya, me gusta esto.
No puedo evitar sonreir al ver que ha salido una de las mías la primera.
-Eligo a mis dos bailarinas Noelia y Yaiza.
Ambas sonríen y se acercan a ella, que se quita la camiseta y el sujetador sin ningún pudor, dejándo sus espectaculares tetas al aire. Echa su pelo negro con mechas rubias hacia atrás. Aún no sé el color de sus ojos. Lucía se coloca en el seno izquiedo y Yaiza en el derecho. Cada una agarra la suya con la mano, sacan la lengua y empiezan a lamer. Estíbaliz cierra los ojos, echa la cabeza hacia atrás y empieza a disfrutar. Las tres espectadoras miramos embobadas. Mi mano incoscientemente se va a mi sexo y comienzo a acariciar mis labios. Suelta suaves gemidos mientras las dos chicas le devoran sus puntos de placer y le madrean las tetas. Alicia acaba primera. Yaiza se mantiene unos segundos más.
-A Yaiza le ha gustado mucho.
Todas reimos, incluida ella.
-Uf, qué cachonda me habéis puesto. Doy las gracias a quien me haya dado este placer.
'De nada', pienso para mis adentros. Estíbaliz se queda en topless y coge otro papel. 'Todas pasamos nuestras lenguas sobre el cuerpo de Yaiza'. Todas la miramos. Se muerde su mullido labio inferior. Se pone de pie sobre la cama, tira de los tirantes de su vestido y lo deja caer. Es la que tiene los tributos físicos menos desarrollados, pero su cuerpo es igualmente precioso, con un tatuaje en un costado y una rama que rodea la parte inferior de uno de sus pequeños senos. Con esto mi papelito dedicado a ella ya pierde sentido. Todas nos ponemos a su alrededor, distribuyéndonos, dos detrás y tres por delante. Deja las piernas entreabiertas y se deja llevar. Yo estoy de pie a su lado y empiezo a lamerle el cuello. Noelia está detrás, lamiéndole la espalda y la nuca. Vanesa está al otro lado mío, comiéndole el otro lado del cuello. Estíbaliz está detrás agachada, por su espalda baja, sus nalgas y la parte interna de sus muslos. Lucía le lame los pezones y los pechos en general. Qué fantasía en verdad que cinco lenguas recorran tus zonas erógenas. Gime, y gime bastante. Son gemidos muy dulces. Tras un rato paramos todas casi al unísono.
-Joder, tengo la piel de gallina y el coño chorreando.
-Lo tengo hasta yo -replica Lucía.
Me lanzo yo al centro y recojo uno de los papeles. 'Laura es rodeada por todas y le come el coño a cada una'. Lo leo del tirón. Todas me miran entre sorprendidas y excitadas.
-Aún es un poquito pronto, pero será de las primeras cosas que te hagamos -responde Estíbaliz.
Todas guardan silencio pero lo dicen todo con sus miradas de fuego. Recojo otro. 'Lamerle todas los pies a Laura'.
-Vaya, dos seguidas para tí.
-No las he puesto yo.
Se ríen.
-Tranquila. Vamos allá.
Noelia me empuja suavemente y me tumba bocarriba. Elevan mis piernas y todas se arrodillan alrededor. Recojo el vestido para que no estorbe. Ya cualquiera me puede ver el coño si lo desea. Y comerlo también. Dos a un lado, dos al otro y otra en medio que no sé a dónde va a ir. Un lametón en la planta de uno de los pies me hace arquear la espalda. Joder. Otro, de abajo arriba pero en el otro pie. Agarro fuerte las sábanas. Las luces rojas y verdes parecen hacer todo mucho más excitante y placentero. De repente, dos lenguas en uno y tres en el otro empiezan a recorrerlos, con suavidad y calma, recreándose y disfrutando de ello. Dios. Gimo al segundo de sentir todas las lenguas sobre ellos. No puedo parar de gritar de placer. El coño se me empapa y me palpita a partes iguales. Los pezones se me endurecen al máximo. La piel de todo mi cuerpo de gallina. Esa dulce sensación de cosquilla placentera. Es una práctica que me pone mucho. Las lenguas recorren todo. En uno ambas lenguas juegan con los dedos mientras que en el otro una se divierte con los dedos, otro con el lado interior de la planta y otro la parte central. Lametones amplios y lentos. Cada vez gimo más y más fuerte.
-Joder, verte así me pone a mil.
-Y a mí.
-A mí también.
No sé quienes lo dicen. Cierro los ojos porque sino me mareo. Estoy en un cielo que era desconocido para mí. Me retuerzo sobre la cama, pero tienen mis tobillos bien sujetos. La de en medio pasa al otro pie. No dejan de darles cariño. Ya están más tiempo que con las otras. Golpeo la cama. Siento un placer extremo, como si estuviera a un pasito del orgasmo de forma constante. Acaban. Joder. ¿Qué acaba de pasar? Me dejan los pies en la cama y se ríen. Aún siento las caricias de su lengua por ellos, sigo exhalando fuerte.
-Dos o tres más y nos olvidamos de ellos.
-Me parece bien.
A mí también, aunque parece que se me ha olvidado hablar.
-Hacerle doble penetración a Lucía. En un ratito, cariño.
Miro y Estíbaliz que acaba de leerlo, le da a Lucía un beso lento y sensual. Vanesa, Noelia y Yaiza están acariciando sus cuerpos. Estoy dentro de una película porno.
-Que Estíbaliz se siente en la cara de Laura. Este es mío.
Nos miramos. Hazlo. Simplemente hazlo. Me lee la mente. Gatea sobre la cama, se quita la ropa que le quedaba, apoya sus dos rodillas a los lados de mi cabeza, con el cuerpo mirando hacia el mío y las demás, y apoya su coño en mi boca, que lo recibe con la lengua ya fuera. Está empapado, como el de todas imagino. Solo al sentir el roce de mi lengua en su sexo suelta un sonoro gemido. Empiezo a mover la lengua y ella la cadera. Acompasamos nuestros movimientos.
-Que dos chicas le coman a Noelia el coño y el culo a la vez.
No sé quién lo lee, pero qué lástima no verlo. Los gemidos de la receptora empiezan a retumbar. Me la imagino de pie, con una de ellas arrodillada delante y otra detrás. Esa imagen me excita más. De repende, una lengua roza mi coño. Dejo de lamer y gimo.
-Uf, sí, vuelve a hacérselo, que me gima en el coño que me pone mucho -pide Estíbaliz.
Me parece buena idea. Otra pasada que hace que vuelva a gritarle al sexo que tengo a milímetros de mi boca. Estíbaliz gime también. Los labios de quien sea se juntan con los míos de ahí abajo y su lengua se vuelve una estimulación constante. Mi interior es un volcán. Devoro el coño de Estíbaliz, que parece hasta sorprenderse de la intensidad. Gimo a la vez que lamo y, con cada gemido, lamo más rápido. Los gritos de Vanesa son otro placer sonoro. Estoy en un paraíso del que no quiero irme nunca. Dos dedos entran con suma facilidad en mi vagina, pero me hacen explotar. Dejo de lamer para gritar como si me fuera la vida en ello. Un tremendo orgasmo recorre mi cuerpo mientras me corro sobre la boca que sigue dándome placer. Estíbaliz se quita de encima, se echa a un lado y por unos instantes puedo ver cómo Noelia está de pie, con una mano en la pared y la otra agarrándose un seno, con Vanesa comiéndole el culo y Yaiza el coño, por lo que Lucía es a quien acabo de empapar la boca. Estíbaliz me besa con intensidad, invadiéndome la boca con su lengua. Le sigo el juego. Lucía, por su parte, sigue a lo suyo, alimentándose de mi sexo de forma insaciable. No me dejan recuperar el aliento. Los labios de Estíbaliz se apartan, pero rápido sus tetas caen sobre mí. Menuda bendición. Me aplasta la cara con una, llevando su pezón a mi boca el cual avasallo con mi lengua. Tener la cara aplastada por una teta es un placer difícil de describir. Los gritos de Noelia se vuelven orgásmicos, golpeando la pared de mi habitación en el proceso. Estíbaliz pasa a mi boca su otro seno el cual también lamo. Ahora las intercambia frenéticamente, golpeándome la cara con ellas. Me vuelvo loca, si siguen así me volveré a correr dentro de poco. Estíbaliz eleva la cabeza, pero resulta que Noelia le ha cogido del pelo y tira de ella, levantándola y besándola. Un gemido retumba en mi coño. Yaiza se ha puesto detrás de Lucía y le está comiendo el coño, o el culo, o ambas. Ahora mismo las tres formamos una cadena de sexo oral. Vanesa lee otro papel.
-Este es mío. 'Comerle a Vanesa el coño entre dos'.
Me separo de Lucía y dejo que se centre al completo en lo que Yaiza le hace con tanta pasión. Me acerco a mi zorra. Ella me sonríe. La sujeto del cuello y la tumbo.
-Tú aún no.
Me levanto ante la atenta mirada de todas y saco de mi armario las esposas. Vuelvo a la cama y atrapo las manos de Vanesa al cabecero dejándola inmóvil.
-Tú de momento estás castigada y solo tienes permitido dar placer.
Miro a las otras que no lo desaprueban precisamente.
-Haz caso a tu ama -dice Lucía.
-Es una buena perra, así que lo hará, ¿a que sí?
Vanesa asiente. Me dispongo a gatear para sentarme en su cara pero alguien me sujeta suavemente del pelo y me retiene.
-Te recuerdo que nos tienes que comer el coño a todas.
La voz de Estíbaliz me hace estremecer. Ella, Lucía, Yaiza y Noelia me rodean todas de pie, acercando sus pelvis a mi cara. Estíbaliz me guía la cabeza a la entrepierna de Noelia, que abre sus piernas para darme acceso. Pega mi cabeza a su coño y como si me estuviera muriendo de sed empiezo a lamer su mojado sexo. Gime mientras agarra mi cabeza. Miro hacia arriba, ella hacia abajo. Su cara de placer me da energía. Qué bueno está su coño. Me pasaría en él toda la noche, pero tengo a gente en espera. Doy las últimas pasadas y me muevo a la derecha, a Yaiza. En el espacio entre ellas observo a Vanesa mordiéndose el labio mientras aprieta sus piernas para darse placer. Se lo permito. Aunque, ahora mismo, no sé quién de las dos es más perra de alguien. Las manos de Noelia me aprietan fuerte contra ella. Acaricio con mi lengua de lado a lado. Un sabor un poco diferente, pero también delicioso. Tiene el coño más abierto, lo cual me facilita recorrerlo en su totalidad. Subo y me quedo en su clítoris hinchado. Lamo muy fuerte.
-Venga, haz que se corra.
Actúan como animadoras dando fuerzas en un momento de tensión de un partido. Clavo mis uñas en su culo. Miro hacia arriba y Lucía le está lamiendo uno de sus pezones para darle más placer. Sus gemidos retumban entre las luces de colores que iluminan nuestros cuerpos. Golpea violentamente su cadera contra mi cara y siento los jugos de su corrida derramarse por mi barbilla mientras agarra fuertemente mi pelo. Sus gemidos ahogados son música. Me separo y Noelia se besa con Lucía, a la cual me dirigo ahora en este festín en el que me encuentro. Voy a comer en unos minutos los mismos coños que en toda mi vida. Fantasía. Allá voy otra vez. Mi lengua se pone a funcionar y la mentengo durante un par de minutos en los que voy de menos a mucho más, haciendo que sus rodillas tiemblen y casi caiga sobre el colchón. Es ella misma la que me aparta, se agacha y me besa con fuerza, arrancándome los fluidos de las tres por las que ya he pasado. Me suelta y me dirigo a la última, a Estíbaliz. Veo que las otras tres se alejan y me quedo a solas con ella. Se muerde el labio al verme acercarme. Toda mi boca y alrededores están empapados. Me lamo el labio inferior despacio, para encenderla más. Me lleva de golpe y con fuerza a su sexo. Con ella empiezo a un ritmo vertiginoso. Todos los coños de estas chicas están espectaculares, pero el suyo tiene algo especial, no sé si por su presencia o por el morbo que me da, pero tiene algo que me cautiva. Sería su zorra al igual que Vanesa es la mía. Lo devoro frenéticamente. Quiero que grite lo más alto que pueda. Los gemidos de las otras también se hacen notar. Mueve sus caderas para que recorra bien por toda su entrepierna. Camina hacia adelante, haciendo que yo caiga hacia atrás y de nuevo se sienta sobre mi cara. Al poco el colchón se hunde cerca mía, por lo que otra persona tiene que estar cerca de ella. Alguien levanta mi pierna, lame la planta de mi pie arrancándome un gemido y se entrelaza conmigo, empezando a frotar su coño con el mío. Los sonidos del sexo me inundan.
-Vanesa, dile a tu ama cómo estamos ahora mismo que ella no puede verlo.
-Ella está tumbada, con Lucía haciendo la tijera con ella y con Estíbaliz sentada sobre su cara y que al mismo tiempo está lamiendo los dildos de los arneses de Yaiza y Noelia.
Me imagino la escena y mi coño arde. Los frotes de Lucía son muy precisos. Agarro con fuerza las caderas de Estíbaliz que también empieza a temblar y a gemir con la boca llena. Me rompo de placer al mismo tiempo que Estíbaliz. Su corrida me baña a mí y la mía a Lucía. Las dos se separan de mí. Vuelvo a ver el techo rojo. Siento que estoy flotando. Estíbaliz sigue felando uno de los dildos mientras que Lucía se ha puesto a hacer lo mismo con el otro. Bajo de la cama y me armo con el mío ante la atenta mirada de Vanesa. Vuelvo al ruedo y me coloco de pie justo sobre ella. Apoyo mis dos manos en la pared y levanto mi pie derecho. Vanesa saca la lengua y deslizo mi planta sobre ella. Un escalofrío recorre mi columna. Hago lo mismo con el otro. No dejamos de mirarnos. Tengo ya el cuerpo hipersensible. Me arrodillo ante ella, sobre su pecho, y dejo mi dilo a la altura de su boca. Abre y saca la lengua esperando a que se lo de, pero aguanto unos segundos viendo su cara de deseo de que le folle la boca. Doy golpes con él en su boca mientras su mirada me suplica. Con suavidad lo meto mientras que sus labios lo atrapan. Muevo mis caderas de dentro y afuera con suavidad primero, más rápido a los pocos segundos. La saco y un impulso hace que de golpes por su mejilla y su boca con mi dildo que ella recibe de buen grado. Vuelvo a meterla en su boca pero esta vez frenéticamenteí. Tras varias acometidas la saco y su saliba se desliza por su barbilla.
-Fóllame ama.
Se lo ha ganado. Le libero las manos y la ordeno ponerse a cuatro patas mirando a las demás. Las otras dos parejas nos copian y las caras de las tres se quedan formando un triángulo. Casi a la vez las tres penetramos a nuestras respectivas, arrancando un sonoro gemido de todas ellas. Los azotes y tirones del pelo se ponen a la orden del momento. Entre ellas se besan mientras las tres del arnés las follamos con dureza. Estíbaliz gatea hacia adelante escapando de Yaiza.
-Cumplid la fantasía de Lucía.
Yaiza y Noelia se miran y sonríen. Noelia se coloca debajo de Lucía y le penetra la vagina, mientras que Yaiza se embadurna de lubricante el dildo y se coloca detrás de ella. Antes incluso de que Noelia se la metiera, Lucía ya gemía solo de la idea. Estíbaliz se colocó bocarriba frente a Vanesa, que empezó a comerle el coño con pasión. Se nota que había estado atada sin poder participar, está descontrolada. A los pocos segundos su cuerpo tiembla incontrolablemente teniendo un fortísimo orgasmo, pero me pide que siguiera igual, y así lo hago.
Un grito estruendoso sale de Lucía. Con mucho morbo contemplo cómo es follada por sus dos agujeros. Su cara era de un placer indescriptible, solo podía decir 'joder' y gemir mientras Yaiza y Noelia la embestían y se mordían el labio. Cómo mola follarse a otra tía, la verdad. Mientras contemplo cómo parece tener un orgasmo tras otro me percato de que Estíbaliz se había puesto al lado mía.
-Vamos a cumplirle la fantasía a tu zorra.
Estíbaliz empuja a Vanesa que cae bocabajo y tirando de su pierna le da la vuelta como si fuera un muñeco de trapo. Le abre ambas piernas y se coloca al lado derecho. Miro una vez más al sándwich que habían formado las otras tres y cómo Lucía parecía estar corriéndose de forma constante entre golpes a la cama y gemidos que rompen la garganta. Siento envidia. Me coloco al lado de mi acompañante y desenfundamos nuetras lenguas. Al principio nos estorbamos un poco, pero nos vamos compenetrando a la vez que a Vanesa le tiemblan las piernas. Introduzco dos dedos dentro de ella y le masajeo el punto G. Recorremos cada milímetro de sus pliegues saboreando cada gota de sus fluidos. Chocamos nuestras lenguas y nos besamos. Miro hacia arriba y las tres chicas parecen estar recuperando el aliento. Vanesa agarra nuestras cabezas y tira hacia arriba. Suplica que le demos toda nuestra atención a su clítoris. Lo tiene hinchado, como si palpitase sobre nuestras lenguas. Le damos con nuestras lenguas todas las caricias y golpes que podemos mientras no para de retorcerse. Yaiza le empieza a comer las tetas para acabar de romperla en mil pedazos. Arquea su espalda y no logra gemir, el grito se queda atascado en su interior, pero se corre, vaya que si se corre. Dura varios segundos en los que no paramos de darle amor a su punto de placer. Cierra suavemente las piernas indicandonos que ya ha acabado y que necesita un respiro. Parece que casi todas se encuentran así, pero yo siento que me falta algo, y creo saber que es.
-Yaiza o Noelia, ¿alguna me folla el culo?
Se miran sonrientes y parece ser Noelia la que se anima. Levanto el culo mientras que ella toma el lubricante y se posiciona. Todas las demás se tumban juntas y se acarician sus cuerpos desnudos mientras nos miran. Arranca mi plug y siento la punta deslizando por mi ano. La deseo dentro. Con un golpe suave pero rápido la introduce toda. Le grito a las sábanas. Las otras sonríen. Aguanta unos tres segundos y empieza el baile. Su pelvis percute con mi culo a un ritmo suave. Siento que me tiene llena, que me arde, pero es un calor placentero, que deseo, que me enloquece. Sube las marchas. Mi mano diestra acaricia mi clítoris. Me azota. Quiero que me azote.
-Más fuerte.
-¿Los azotes o el follarte?
-Ambas.
Una palmada tremenda cae sobre mi nalga. Eso me lo va a poner rojo seguro. Sus golpes de cadera se vuelven brutales. Joder, qué bien empotra esta tía. No puedo parar de mirar a las otras chicas, lo mucho que se divierten con mi placer. Me cuesta casi hasta mantenerme con el culo elevado de lo duro que me da. Mi mano se mueve más rápido.
-¿Así te gusta, perra?
-Así, me encanta, dame como a una buena zorra.
Vanesa se muerde el labio. Normalmente esas cosas se las digo yo a ella.
-Mira Vanesa, tu ama es ahora mi puta, ¿te pone?
Asiente con una mirada lasciva. Mis dedos se deslizan por mi clítoris mientras el dildo no para de invadir mi culo. Vuelvo a entrar en erupción. ¿Por última vez esta noche? No lo sé, estas chicas parecen de las que les gusta tener más de un asalto. Agarro y muerdo las sábanas mientras gimo. Una lluvia de azotes cae sobre mi hasta que culmino y dejo que una de las embestidas me haga caer sobre la cama.
-Joder, Noelia, qué bien follas. Das mejor que muchos tíos con los que he estado.
Sus labios se posan sobre mi mejilla con ternura y me acaricia luego la espalda con la yema de sus dedos. Puro cariño y sensualidad que contrasta con la rudeza con la que me ha percutido hace unos instantes. Las sábanas van a estar mojadas y van a oler a sexo durante una semana al menos. Por supuesto me las llevo, ese olor lo quiero conmigo. Me podría acostumbrar a repetir esto una vez al mes, como mínimo. Qué pasión, qué forma de satisfacernos y dejarnos llevar. Es algo único. Les pido que nos saquemos una foto así, tal cual estamos. Todas aceptan encantadas. Nuestras caras orgásmicas y nuestros cuerpos ilumanados por las luces de colores hacen que todas salgamos bellísimas.
Mañana viene el colofón final, pero antes, a ver cuántos rounds quieren estas perras.
ÚLTIMA PARTE TAMBIÉN SE PUBLICARÁ EN ORGÍAS.