CAPÍTULO 7 Matrimonio y mortaja
Alicia luego de un par de minutos comenzó a reaccionar, su cabeza daba vueltas cuando por fin logró despertar por completo, allí estaba Gabriel preocupado, nervioso, inseguro de qué pasaría a continuación.
Juez: ¿Se encuentra bien? Alicia me recuerdas, fui su docente en la universidad, Si lo desea podemos posponer el acto para cuando usted se encuentre mejor
A: Profesor (con voz un poco temblorosa), est,.. estoy bien, solo disculpe este show, digamos que son nervios de novia, esto es mucho para mí
Juez: ¿Segura que es solo eso? Si pasa algo puedes contármelo con confianza
Gabriel estuvo a punto de intervenir, David lo detuvo, era mejor no alborotar el avispero.
A: no pasa nada profesor, ¿me permite ir al baño unos minutos para retocarme? Al regresar podemos continuar, por favor
Juez: esta bien, por favor acompáñenla
Liliana ayudo a Alicia a levantarse y la acompañó hasta el baño, estaba pálida, como si hubiese visto un fantasma, despierta, pero en shock, jamás la había visto así, al entrar al baño Alicia le pidió que trancara para que nadie pudiera entrar.
L: amiga ¿Estás bien? Si quieres nos vamos ahora mismo yo te apoyo, ¿Qué te paso?
A: es el, es el Liliana, no esperaba esto, te juro que si pudiera lo mataría con mis propias manos
L: ¿cálmate, de quién hablas? Por cierto, el novio no está nada mal, parece un actor turco jajaja, con razón aceptaste, además se notó muy preocupado, de hecho, el fue quien te atajó para que no te golpearas contra el suelo
A: Liliana el es el hombre que me abandonó hace 15 años, el que se burlo de mí, de mis sueños mis ilusiones, el que acabo con mi confianza y fe en el amor y en los sueños bonitos
L: no puede ser, pero por qué no quiso verte sino hasta ahora, con razón tanto misterio, pero por qué todo esto
A: no lo sé, pero se va arrepentir de todo esto
L: ¿Qué estás pensando?
A: que yo también puedo jugar el mismo juego
Alicia se retocó el maquillaje y mientras lo hacía poco a poco recuperaba el control sobre sí misma, sus emociones, debía pensar con cabeza fría y tomar una decisión, continuar o irse, solo disponía de poco tiempo y mientras estaba en eso tocaron la puerta
DA: Alicia mija si no se quiere casar con este tipo no lo haga, mira hable con mi compadre no es necesario que te cases con él, después te cuento lo que harás, ahí viene tu madre
Rosa: hija estás bien déjame pasar
La voz de su madre le recordó sus motivos para aceptar el matrimonio, se movía entre la ira que sentía hacia Gabriel y la necesidad de garantizar el tratamiento de su madre, las pretensiones de su padre le dieron asco, así que se contuvo de no responder como merecía puesto que su mamá no sabía nada y además le podría hacer daño.
Abrió la puerta dejando pasar a su madre quien la abrazó
R: esta hermosa hija, estás bien, ¿es que no quieres casarte o tienes miedo?
A: son nervios mamá, ya me siento mejor, tu estas muy bonita
R: solo a ti se te ocurre casarte de rojo, el otro vestido me gustaba más, pero siempre he respetado tus decisiones, desde que eras pequeña fuiste distinta
A: un pequeño invento de ultimo minuto, perdón por asustarte, estoy bien mamá (abrazándola con fuerza como queriendo quedarse allí el resto de su vida, ese abrazo le dio la fuerza que necesitaba para continuar y más aún decidida a darle una lección a Gabriel)
R: entonces, ¿si te casas?
A: sí mamá, ya todo está bien, vamos
L: ¿segura?
A: si Liliana ya te dije que si
Regresaron al despacho donde un nervioso Gabriel aguardaba junto a David, el juez y la asistente del juez, Alicia informó que podían dar comienzo al acto, Gabriel miró sorprendido a David. El juez dio inicio al matrimonio, leyendo los derechos y deberes de los contrayentes una vez casados, les dio unas palabras sobre la importancia del matrimonio como base de la sociedad y del inicio de un núcleo familiar nuevo. Procedió a preguntar:
J: Ciudadano Gabriel Enrique del Monte Alvarado, ¿acepta por esposa a la ciudadana Alicia Andreína Querales Mendez?
G: acepto
J: Ciudadana Alicia Andreína Querales Mendez, ¿acepta como esposo al ciudadano Gabriel Enrique del Monte Alvarado?
Alicia dudó unos minutos, el juez repitió la pregunta y ella finalmente acepto.
J: Firmen el acta, y luego firman los testigos
Cuando Gabriel le pasó el bolígrafo, Alicia lo miró con desprecio, el bajó la mirada, entendía que no le esperaba nada bueno al menos hasta que ella entendiera todo
J: por el poder que me otorga la ley y el estado los declaro marido y mujer, felicidades
Todos aplaudieron pidieron beso pero Alicia miró a Gabriel con cara de ni se te ocurra tocarme, así que este solo beso su frente en señal de cariño, Alicia sintió una corriente por su cuerpo, su olor, su cercanía, todo era real, no dijo nada no sonrió, tomo el acta y se la entrego al Lic. David, abrazó a su madre y a Liliana.
G: he preparado un pequeño almuerzo para todos para celebrar
A: como si existiera alguna razón para celebrar, sabes que estas en pico de zamuro, espero que estes preparado para lo que se te viene encima (susurró Alicia disimulando)
G: acepto el reto (susurro Gabriel y luego la tomó de la mano)
G: vamos mi amor
Todos fueron a sus respectivos carros, y Gabriel guio Alicia hacia el que compartirían, quien manejaba era nada más y nada menos que Edgardo.
A: eres una basura no te atrevas a tocarme nunca más en tu vida, por mi te puedes morir
G: entiendo tu molestia, si me dejaras explicarte
A: hace muchos años dejé de desear una explicación tuya, eres un desgraciado, como como pudiste obligar a mi padre a que se prestara para esto, como pudiste obligarme a esto, que asco me das, aléjate de mi ni se te ocurra porque soy capaz de lanzarme de este carro
G: si me dejaras hablar podría explicar
A: te felicito jugaste bien tu juego y ganaste esta partida, pero te vas arrepentir Gabriel eso tenlo por seguro, no sabes quien soy ahora ni de lo que puedo ser capaz, no creas que soy la misma estúpida de la que te burlaste y abandonaste con todo el paquete y mejor ni sigo porque será peor
G: bien si no quieres dejarme hablar, esta bien, pero deja el berrinche tampoco te puse una pistola en el pecho pudiste decir que no y listo, ah cierto necesitas el dinero, ahora jugaremos a mi modo, porque por lo visto, tendré que poner carácter, a partir de ahora entra a funcionar cada clausula que aceptaste en el contrato que firmaste, así que espero que sepas comportarte en el almuerzo y cuando nos vayamos a la que será nuestra casa, hay mucho que no sabes Alicia he tratado de ser paciente y comprensivo pero no voy a tolerar berrinches de niña malcriada
A: esto es el colmo, aquí la única que tiene derecho a molestarse soy yo, a mí no me das ordenes y en cuanto a tu cochino contrato, te recuerdo que fuiste tu quien se valió de mi necesidad de dinero para ayudar a mi madre, como medio para aceptar esa porquería, así que ni se te ocurra volver hacer mención de ese cochino papel, si acepte, pero bien sabes por qué, no por gusto, sino por obligación que es distinto
G: pero eres mi esposa, este papel es válido, tienes deberes para conmigo, así que deja la estupidez y comienza a comportarte como adulta y cumple tu papel, serán tres largos años si no ponemos de nuestra parte, mira yo quisiera poder contarte que
A: ya no quiero escucharte, no te preocupes cumpliré con mis deberes y con las cláusulas, daré mi mejor actuación, eso sí a mi me dejas en paz porque te advierto el hecho de que sea tu esposa no significa que dejaré de hacer mi vida como quiera
Arribaron a uno de los mejores restaurantes de las Mercedes en Caracas, pasaron a un salón privado donde aguardaban los padres de Alicia, Liliana, David, unas amistades de Gabriel y unas amistades de Alicia, ella sonrió hipócritamente tal como había prometido, actuó como la mujer felizmente recién casada, pero cada tanto y disimuladamente dedicaba una mirada fría a Gabriel, cada que intentaba tomar su mano, Alicia buscaba la forma de esquivarlo y evitar acercarse, fotos, regalos y demás recibió como si estuviera muy dichosa. Al final de la reunión Gabriel despidió a todos agradeciendo su presencia. La tomó del brazo y fueron al carro, Alicia no dijo nada en todo el camino, cuando observó que se dirigían al aeropuerto miró extrañada a Gabriel.
G: sorprendida, ¿Verdad? Vamos a nuestra pequeña luna de miel, a partir de hoy seremos solo tu y yo, nadie más
A: ¿Qué quieres decir con eso?
G: que ahora debes dedicarte a nuestro matrimonio, olvídate de tu padre y sus imposiciones, solo estarás al pendiente y a distancia de tu madre, cuando quieras visitarla lo haremos juntos para llevarla a sus citas, pero de ahora en adelante tu familia seré yo
A: ¿Algún otro mandato?
G: no por ahora
A: ¿y cómo se supone que abordare un avión sin papeles?
G: no hará falta, es una avioneta privada, y no saldremos del país, tranquila esposa (tocando su nariz en tono de juego)
Alicia apartó su mano de su cara con gesto esquivo, abordaron aquella pequeña avioneta con rumbo a Los Roques, en minutos Alicia vio por la ventana las hermosas aguas color azul que caracterizan el archipiélago, estaba maravillada, no conocía ese lugar, bajaron de la avioneta y los guiaron hacia el transporte del hotel, Gabriel era el que hablaba ella parecía no estar allí, no quería mostrar interés por nada, dejándole claro a Gabriel que no iba ni pretendía disfrutar con el como pareja. Entraron a su habitación y Alicia se sentó en una silla que había en un pequeño balcón con vista a la playa, no dijo nada más solo se quedó allí
G: deberías cambiarte aquí te traje ropa y varias cosas
A: lo haré cuando me apetezca
G: podemos ir a la playa si quieres y pasear un rato
A: ve tú (dijo en tono desafiante), no me interesa andar contigo
G: así van a ser las cosas
A: así es
G: perfecto
Gabriel salió molesto de la habitación y Alicia corrió a buscar su teléfono hablo con Liliana, quien le dijo que ella había tomado la decisión, le dijo si quería que le comprara un pasaje de regreso y Alicia se negó no podía arriesgarse, decidió torturar a Gabriel. Tomó el bolso revisó la ropa, llamó a la recepción y solicitó un servicio a la tienda del hotel, hizo varias compras y pidió que las cargaran a la cuenta de la habitación.
Se colocó un traje de baño muy sexy, y un pequeño vestido que hacía juego, y otros cambios de ropa, tomo un bolso, protector solar y otras cosas y se dispuso a ir a la playa. Se quitó el vestido quedando en un diminuto bikini que deja poco o nada a la imaginación, los meseros pelearon por atender aquella mujer madura pero sensual.
Gabriel regresó a la habitación le había informado del cargo, la buscó en el baño en el balcón y no al encontró, salió hasta la playa y pudo ver a Alicia conversando coquetamente con uno de los meseros quien no paraba de comérsela con la mirada, Alicia sonreía coquetamente, sabía como provocar a los hombres, de vez en cuando pasaba sus manos sobre el nacimiento de sus senos, y eso los prendía más, usaba un tono de voz dulce y sensual, Gabriel sintió celos, estaba furioso, los interrumpió.
G: te estaba buscando, dejaste esto en la habitación amor (colocándole el anillo de bodas en su mano)
A: soy un poco despistada, bueno Pablo ya llegó marido gracias por el trago estaba muy rico
P: un placer (mirándola con ganas de comérsela)
G: si necesitamos algo más te llamaremos
Cuando estuvieron solos un furioso Gabriel apretó la mano de Alicia
G: no se te olvide que ahora estás casada y lo que puede pasar si me montas los cachos, yo no voy a ser un cabrón Alicia, tú a mí me respetas
A: discúlpame, pero yo no estaba haciendo nada malo, ¿me estaba acostando con él? ¿Me estaba besando con él? ¿dije algo indebido? ¿No verdad? Entonces no estoy haciendo nada que viole nuestro acuerdo
G: y ese traje de baño Alicia pareces una…
A: ¿No te gusta? ¿Se me ve mal?
Gabriel tragó fuerte, lo cierto era que parecía una estrella porno por poco se salían sus senos y que decir del diminuto triangulo que tapaba su vagina, se veía super sexy
G: pareces una cualquiera
A: yo me puedo vestir como quiera, no hay ninguna clausula sobre lo que debo o no vestir así que si no te gusta muy tu problema
Se fue caminando contoneando sus caderas hacia la playa y metiéndose en aquellas aguas cristalinas, Gabriel la siguió con la mirada sintió como su pene reaccionaba hacia aquella visión, se fue tras ella, cuando estuvieron en el agua Alicia lo rechazó.
A: ¿qué haces?
G: estoy con mi mujer
Pues traga agua y le lanzó agua a los ojos y se alejó, se acostó sobre la orilla del mar y varios hombres que pasaban no perdían la oportunidad de mirar sus senos, Alicia sabía que Gabriel se pondría cada vez más celoso y lo estaba logrando, “te vas arrepentir” pensó.
Gabriel salió del agua y fue a las sillas pidió un trago y una mujer joven se lo llevó comenzó a hablar con ella, Alicia hizo como que no le importaba y cuando comenzó a ponerse el solo tomo sus cosas sin decir nada y regresó a la habitación. Se metió a bañarse para sacarse la arena y el agua de mar. Gabriel entró furioso, la puerta del baño estaba entre abierta y pudo ver aquel cuerpo desnudo, después de tantos años, Alicia se conservaba muy bien, su pene estaba por estallar en sus shorts, Alicia no se había dado cuenta de la presencia de Gabriel y siguió bañándose pasando el jabón por todo su cuerpo, el podía ver como lo hacía aquella escena fue demasiado para el, se quitó la ropa y entró sigilosamente a la regadera y cuando Alicia se dio cuenta le grito
A: pero qué mierda haces tu aquí, salte
G: dejaste la puerta abierta del baño eso es una invitación para entrar
A: salte de aquí imbécil (Alicia no pudo evitar bajar la mirada a aquel pene que se mostraba en todo su esplendor)
G: somos esposos podemos bañarnos juntos
A: solo de papel, permiso
Alicia tomo una toalla y salió del baño, Gabriel se baño con agua fría para bajar su calentura, sintiéndose frustrado, Alicia sonreía victoriosa, ese sería solo el comienzo, se colocó un pequeño atuendo y se sentó en el balcón, a pensar en lo que podría hacer para salir de todo aquello.
Gabriel estaba furioso, Alicia estaba jugando con el a su antojo, golpeo la pared del baño molesto frustrado, nada nada lo había preparado para el actuar de Alicia, tanto había cambiado con los años, se había convertido en esa mujer fácil y calculadora, era como si la Alicia de la que se enamoró nunca hubiese existido, o con los años hubiera sido reemplazada por esta. Sabía que esto era su venganza por haberla dejado, se lamentaba de que ni siquiera le había dado oportunidad de hablar.