Mis padres vivian en una pequeña ciudad a 200 km de la capital.
Yo soy su unica hija y con 19 años dejé la casa de mis padres para irme a estudiar a la universidad en la capital.
Mi idea era hacer medicina.
Me instalé en un piso compartido con otras dos amigas.
Tres chicas jóvenes y con ganas de comernos el mundo.
Eran los tiempos de la "Movida" y nosotras nos metimos de lleno en ella.
Musica, alcohol y sexo.
El resultado fue que yo me quedé embarazada con tan solo 19 años recien cumplidos y ni siquiera sabia quien me habia embarazado, ya que en esos primeros dos meses tuve sexo con varios chicos de forma totalmente descontrolada.
A partir de aqui todos mis planes de futuro se fueron a la mierda.
Abandoné la universidad y volví a casa de mis padres embarazada de 7 meses.
Tuve a mi hijo con 19 años, faltandome un mes para cumplir los 20.
Los siguientes años los pasé criando a mi hijo y ayudando a mi padre en la tienda de ferreteria de la familia.
Cuando mi hijo tenia 10 años, que ya iba al colegio solo y no necesitaba el cuidado de un niño pequeño, decidimos mis padres y yo, que volviera de nuevo a la universidad, pero, dado que ya tenia 29 años, bajaría mis pretensiones, de medicina, a Enfermeria (ATS) que era una carrera de tan solo tres años.
Volví a la capital y durante esos tres años solo veia a mi hijo de vacaciones en vacaciones.
Ni que decir tiene, que en esta nueva etapa de estudiante, no hubo juergas ni alcohol, ni sexo.
Mi anterior experiencia me había dejado marcada, hasta el punto que llegué a coger asco a todo lo relacionado con el sexo.
Con 33 años terminé la carrera y empecé a trabajar en un Centro Medico de la ciudad de mis padres, pero sin plaza fija.
La relación con mi hijo, que por entonces estaba en plena adolescencia, era la normal de madre e hijo adolescente, que además seguíamos conviviendo con mis padres.
Tres años después, con 36 años, aprobé las oposiciones de la Sanidad Pública y obtuve una plaza fija en uno de los mejores hospitales de la capital.
Me trasladé a mi nuevo lugar de trabajo, alquilé un apartamento muy cerca del Hospital y comencé a vivir, con mucha ilusión, esta nueva etapa de mi vida.
Mi hijo con 17 años decidió finalizar sus estudios previos a la universidad en nuestra ciudad, ya que allí tenía sus amigos, con lo que volvimos a estar dos años separados, hasta que con 19 años se vino a la capital, para comenzar sus estudios universitarios.
Lógicamente se vino a vivir conmigo, con lo que, por primera vez en nuestras vidas, empezamos a vivir solos los dos, yo con 38 años y el con 19.
Al principio parecíamos dos extraños y nuestra relación era hasta un poco incómoda, ya que por pudor, nos veíamos obligados a vestir en casa con ropa incómoda y no como ambos estábamos acostumbrados, sobretodo yo que como llevaba dos años viviendo sola, andaba por casa como me daba la gana.
El pasaba las mañanas en la universidad y las tardes en actividades varias y yo, pues dependiendo de los turnos que tenía en el hospital.
Con lo que en realidad, coincidíamos poco tiempo en casa, las más de las veces por las noches en la cena y luego viendo algo en la tele hasta la hora de irnos a la cama.
Mi hijo hizo rápidamente amistades y salia de juerga todos los fines de semana.
Yo le habia advertido sobre el cuidado que debia tener con el alcohol, el sexo y por supuesto, las drogas, que por entonces, se habian convertido en la bestia negra para todos los padres con hijos en las edades del mio.
El en ese aspecto siempre fue muy responsable y nunca se metió en ese peligroso mundillo.
En cuanto al sexo, pues no hablábamos de ello, pero era evidente que con el porte que tenia mi hijo, ligaria todo lo que quisiera.
Con 180 cm, cuerpo atletico, rubio y con los ojos claros, era todo un pivon.
Aprovecho para describirme a mi, en aquel momento, con 38 años de edad.
Yo de joven siempre habia sido poquita cosa, pero despues de parir a mi hijo, con mis 160 cm, habia ensanchado mis caderas, agrandado mis pechos, sin exageracion, pero lo suficiente como para hacer que destacaran en mi silueta y por supuesto, despues de dar de mamar a mi hijo durante seis meses, tenia unos buenos pezones, que cuando se me ponian duros, por cualquier causa, se marcaban bien incluso con sujetador.
Rubia y tambien con los ojos claros.
Sin falsa modestia, yo con mis 38 años, estaba de muy buen ver.
Y tenia muchas proposiciones por parte de los hombres que me rodeaban, pero como ya he dicho anteriormente, desde que me pasó lo que me pasó, mi libido se bloqueó y no sentia ningun tipo de estimulo hacia ningun tipo de sexo.
Por mi actitud, en mi entorno de trabajo, todos mis compañeros pensaban que debia ser lesbiana.
Bueno, volviendo por donde estábamos, así fue como empezamos a convivir mi hijo y yo, con poca confianza y algo de incomodidad por ambas partes.
Pero con el paso de los dias, todo se fue normalizando y empezaron las bromas, las confidencias y un trato mas cercano y cariñoso.
Tambien nos relajamos mas en nuestra vestimenta de andar por casa, que además, con la llegada del verano, se hacia casi obligatorio para estar comodos en casa.
Durante unos meses vivimos por primera vez una autentica relación madre-hijo, donde la confianza y las confidencias nos acercaban cada vez mas y sin apenas ser conscientes nos fuimos "enamorando" el uno del otro.
Esto lo sé ahora, a posterioris, porque en aquellos momentos lo primero que yo empecé a sentir fue una sensacion rara.
Mi libido se comenzó a despertar y de pronto empecé a sentir atraccion por el sexo opuesto, en mi entorno de trabajo.
Cuando fui consciente de que algo estaba cambiando en ese sentido, no tardé mucho en llegar a la conclusion de que mi hijo era el responsable de esos cambios.
En realidad el hombre por el que empece a sentir una atraccion irresistible era nada mas y nada menos que mi hijo.
Cuando llegué a esta conclusión, al principio me asusté porque me parecia algo muy fuerte y desde luego algo que iba en contra de la educación que yo habia recibido.
Pensé que debido al trauma que me causo mi embarazo, mi subconsciente al unico hombre que aceptaba como posible amante, era a mi hijo.
Cuando fui consciente de lo que me estaba pasando, no tardé en darme cuenta que a mi hijo le estaba pasando algo parecido respecto a mi.
Y creo que de forma inconsciente al principio, empezamos a "tontear"...
Piquitos, cachetadas, abrazos con besuqueos por la cara y el cuello...
Pero pronto empece a darme cuenta que mi hijo cada vez era mas atrevido en nuestros tonteos y yo en vez de tratar de frenarlo, hice todo lo contrario, empece a provocarle poniendome ropa que dejaban poco a la imaginacion.
Por supuesto andaba por casa sin sujetador y como, por las circunstancias, estaba todo el dia excitada, mis pezones amenazaban con traspasar las finas camisetas que utilizaba.
Esto estaba claro que a mi hijo lo excitaba muchisimo, con lo que a el le delataba el enorme bulto en su entrepierna, con el que estaba a todas horas.
Yo ya era consciente que esta situacion no podia durar mucho y también sabia como ibamos a terminar, asi es que, como mujer precavida, habia empezado a tomarme la pildora anticonceptiva despues de mi ultima regla.
Luego, despues de que pasó todo, mi hijo me confesaria que durante esos meses se mató a pajas pensando en mi.
Yo, para no ser menos, tambien me desahogaba a base de deditos, jajaja
Sabia que mi hijo iba a necesitar un empujoncito para atreverse a hacer lo que los dos estábamos deseando hacer y yo no sabia muy bien como darle ese empujoncito, porque aunque estaba segura que el lo deseaba tanto como yo, tampoco queria ser demasiado explicita.
Pero como el ambiente estaba tan tenso, el chispazo saltó de forma automatica, aunque bien es cierto que los dos pusimos todo de nuestra parte para que sucediera.
Surgió la oportunidad, mi hijo la aprovechó y yo le di todas las facilidades para que sucediera.
¿Y como sucedió?
Pues una tarde cuando llegué de trabajar, saludé a mi hijo que estaba en su cuarto con su móvil y me metí al baño para darme una ducha relajante.
Cuando salí de la ducha, me sequé el pelo y fui a mi cuarto con el albornoz, para vestirme allí, es lo que hago siempre y ya algunas otras veces habia llegado mi hijo a decirme algo, cuando estaba asi y todo era normal.
Pero en esta ocasion, mi hijo entró sin más, justo cuando acababa de quitarme el albornoz y me pilló completamente desnuda.
Todo sucedió como a camara lenta.
Yo lógicamente, me sorprendí, pero como en mi cabeza habia lo que habia, no reaccioné como se reacciona en una situacion asi, cogiendo de nuevo el albornoz y tratando de taparme con el, sino que me quedé totalmente quieta, de pie al lado de la cama.
A mi hijo le sucedió lo mismo, porque el tambien tenía en su cabeza lo que tenía y en vez de pedirme perdón y salir del dormitirio, que hubiera sido lo normal, vio que esta era su oportunidad y decidió hacer como que jugaba.
Con una sonrisa dijo:
- Ohoho una tierna corderita indefensa... ¿Quien se la va a comer enterita?
Yo supe que esa era nuestra oportunidad, asi que le segui el juego diciendo:
- ohoho el lobo feroz, que mieditoooo.
Esto hizo saber a mi hijo que yo estaba dispuesta a "jugar", asi es que se lanzó a por mi y los dos caimos encima de la cama.
El venia con los pantalones cortos deportivos que usaba para andar por casa y sin nada en la parte de arriba.
Empezó a hacer como que me comia el cuello y la cara.
Yo reia y decia:
- No me comas, no me comas...
Mi hijo, viendo mi reacción, ya no se anduvo con mas tonterias, bajo a mis tetas y empezó a chupar mis pezones, que a esas alturas de la pelicula estaban tiesos y duros como piedra.
Eso a mi ya empezó a producierme mucho placer, agarraba su cabeza y lo apretaba contra mis tetas.
Mi hijo empezó a besarme por todo el cuerpo hasta llegar a mi entrepierna, yo abrí mis muslos para facilitarle el acceso a mi palpitante coño, el metio su cabeza entre ellos y torpemente empezó a comermelo. .
Yo agarre su cabeza y la apretaba contra mi coño como si me lo quisiera volver a meter dentro por donde salio.
En eso, mi hijo no habia perdido el tiempo y mientras hacia todo eso se habia desnudado completamente.
Y como si lo hubiera hecho muchas veces, sacó su cabeza de mis muslos, se situó de rodillas entre ellos, cogió con una mano su pene, lo restregó a la entrada de mi superlubricada vagina y de un empujon me lo metio hasta dentro... Uffff
Yo estaba totalmente desconcertada, porque todo estaba sucediendo muy deprisa, pero ahora, cuando sentí a mi hijo dentro de mi, lancé un grito de placer y satisfaccion, porque por fin habia conseguido lo que llevaba tanto tiempo deseando, tener de nuevo a mi hijo dentro de mi, entrando en mi cuerpo por donde salio de el... Ufff
Mi hijo empezó a follarme como si le fuera en ello la vida, se lanzó a por mi boca y me metió su lengua hasta dentro, yo me la comia, se la chupaba y jadeaba, sin apenas poder respirar.
Empecé a tener un orgasmo, mientras mi hijo follaba mi coño con su pene y mi boca con su lengua... Uffff
Cuando empezaba a relajarme con los ultimos estertores de mi orgasmo, sentí que algo caliente inundaba mis entrañas, mi hijo se estaba corriendo dentro de mi, se habia parado con su pene metido hasta el fondo, habia sacado su lengua de mi boca y lanzó un grito ronco, mientras vaciaba todo el semen de sus testiculos dentro de mi cuerpo... Uffff
Esto hizo que yo enlazara otro orgasmo y lo acampañara en los gritos...
Montamos un buen escandalo.
Finalmente mi hijo salió de mi y se derrumbó de espalda a mi lado.
Yo aun seguía con los ultimos estertores de mi intenso orgasmo y superexcitada, sintiendo como el abundante semen que mi hijo habia metido dentro de mi vagina, salia a borbotones de ella y escurria, mojando las sábanas debajo de mi culo.
En cuanto recuperé el resuello y movida por mi estado de excitacion, me lancé a por el pene de mi hijo que reposaba sobre su pubis, en estado morcillon, lo cogí con una mano y me lo metí en la boca, saboreando las gotas de semen que aun tenia en la punta.
Comencé a chuparlo con ansia y en cuestion de segundos noté como iba recobrando su dureza.
En cuanto lo vi totalmente erecto, me monté sobre mi sorprendido hijo y me lo clavé hasta dentro yo solita.
Mi hijo reaccionó rápidamente y comenzó a apretar mis tetas con ambas manos, mientras yo empecé a cabalgarlo, primero despacio, pero poco a poco cada vez mas rapido.. Uffff
Mi hijo soltó mis tetas y me agarró de ambas manos, con lo que yo podía cabalgarlo con mas estabilidad... Uff
Cuando sentí como mi hijo volvia a correrse dentro de mi, tuve otro orgasmo escandaloso...
Los dos nos estabamos corriendo a la vez y nos deciamos todo tipo de burradas...
Finalmente lo descabalgue con su semen escurriendome por mis muslos y me tumbe totalmente agotada a su lado...
En cuanto recobre el aliento me fui al baño a asearme los bajos, porque tenia el culo y los muslos totalmente pringados de semen de mi hijo.
Cuando volví, me tumbé a su lado y al momento mi hijo se incorporó, metio de nuevo su cabeza entre mis muslos y volvió a conerme el coño recién lavado, ahora con mas tranquilidad que la prinera vez.
Tuve un nuevo orgasmo suave y delicioso.
Mi hijo me dio la vuelta y yo coopere, poniéndome a cuatro, el se situó de rodillas tras de mi, retregó su pene a la entrada de mi vagina y poco a poco empezó a introducirmelo, hasta que me lo metio todo entero.
Ahí me agarró con sus dos manos de mis caderas y me pegó una follada increible.
Me la metia rapido y profunda y luego paraba y lo hacia despacito, metiendola y sacandola enterita, para volver otra vez mas fuerte.
Yo no dejaba de decirle que me dira fuerte, que no parará y estaba teniendo un orgasmo continuo, con lo que oia como sonaba el chapoteo del pene de mi hijo en mi inundado coño.
De pronto el se paró con su pene metido hasta el fondo de mi vagina y comencé a sentir el calor de su semen inundando de nuevo mi utero... Ufff
Ese dia fue muy intenso, porque los dos estábamos superexcitados y estuvimos follando a todas horas, como si quisiéramos recuperar el tiempo que habiamos perdido deseandonos, hasta que finalmente sucedió lo que tenia que suceder.
Desde entonces vivimos como una pareja de recien casados, teniendo sexo a todas horas, totalmente enamorados y felices.
Yo ahora, con 38 años y teniendo por primera vez en mi vida sexo con el hombre que amaba, empecé a plantearme dejar de tomar la pildora y quedarme embarazada, esta vez voluntariamente y de mi queridisimo hijo.
Lo hablé con el y me dijo que por él encantado, asi es que, deje de tomar la pildora hace un mes y en ello estamos...
(tpreciados1975@gmail.com)