Usuario:
 Contraseña:
 CREAR CUENTA  Recordar Clave  Ayuda
 3.512 Lectores conectados [ Comunidad de Cams +18 ]  23.935 Autores | 139.911 Relatos eróticos 
Fecha: 14-Sep-23 « Anterior | Siguiente » en Hetero: Infidelidad

El Cuñado parte 3

Lanfasone1
Accesos: 19.249
Valoración media:
Tiempo estimado de lectura: [ 16 min. ]
 -   + 
Tres hermanas muy bellas, un cuñado golfo, argentino y ex-futbolista ¿Qué puede salir mal? Version para imprimir

EL CUÑADO Parte 3

_Vete a la mierda_ dijo ella, pero sin cubrirse los pechos desnudos con la bata.

_¿¿Si? ¿Así se agradece un polvo?_ dijo Oscar y se cogió la polla con una mano.

Me cambié de sitio para verlos a los dos más de perfil.

La luna refulgía en la oscura noche, el agua del mar brillaba levemente con esa luz de plata.

Oscar tenía una buena polla, un pedazo de polla a decir verdad, se la cascaba lentamente, echando hacia atrás el glande oscuro.

Luz lo miraba recostada sobre el sofá, sus largas piernas abiertas y flexionadas con las plantas de los pies bien afirmados en el suelo de color terracota de la terraza.

Su mirada era de fascinación, eso fue lo que pensé, está fascinada con el espectáculo de su cuñado pajeándose en su rostro.

_Ahora recuerdo que Fernando me contó que no le quisiste chupar la verga esa noche. Siempre me intrigó ese punto ¿Nunca mamaste una polla? ¿Ni siquiera al boludo de Borja?_

_ ¿Crees que te voy a contar eso? ¿Qué le importa a un cerdo como tú las pollas que yo he mamado?_

Dijo ella y se acarició un pecho, apartando una vez más la dichosa bata de toalla.

_Como te gusta mi pija, Luci, se te nota en los ojos_

Luz no respondió siguió acariciándose un pecho y llevó su otra mano al coño, ahora lo podía ver mejor, tenía una pequeña línea de vello rasurado en forma vertical, los labios del coño gruesos y un poco más oscuros, húmedos y brillantes. Los muslos de sus piernas eran torneados, firmes y poderosos en esa posición tan extraña, con su culo en el borde del sofá, como a punto de caerse al suelo.

Oscar se quitó la camiseta, dejando a la vista su tripa grotesca y su pello velludo con unas tetillas grandes y ridículas.

_Dame tu mano, ya me estoy cansando de que no hagas nada_ dijo él

Entonces le cogió la mano con que ella se acariciaba el pecho y la llevó hasta su polla, le cerró los dedos sobre ella.

Ahora Oscar puso los puños en jarra.

Luz apretó  su mano sobre la gruesa polla de mi cuñado pero sin atinar a realizar ningún movimiento, el resopló siempre con sus puños sobre las caderas, ella levantó la vista para verlo, él le acaricio la cabeza, acomodando la rubia y sedosa melena  para verla mejor.

Entonces ella hizo un leve movimiento con la mano, casi imperceptible, los largos y delicados dedos alrededor de la polla de Oscar, este volvió a resoplar y ella lo miró nuevamente entre asombrada y fascinada, como si no comprendiera bien que ese leve movimiento de su mano era lo que provocaba los bufidos de ese hombretón, allí de pie con las piernas abiertas.

Ahora si ella hizo un movimiento más decidido, atrás y adelante, él volvió a bufar y a colocar la palma de su mano sobre la cabeza de Luz.

La bata de toalla se había caído de uno de sus hombros y dejaba bien al descubierto ese pecho y el lánguido y torneado cuerpo de mi cuñada, la forma bien definida de su hombro, la clavícula, el largo cuello, el pelo rubio cayendo en cascada sobre su espalda.

Oscar corrió la bata de toalla del otro hombro y esta cayó sobre el sofá, ahora todo el torso de mi cuñada estaba a la vista.

Su hermoso cuerpo estaba bronceado por el sol, habría hecho toples en Marbella, donde había estado la última semana. Tenía un suave color dorado, contrastando con el blanco seboso y el rojo camarón de Oscar en sus piernas

Yo estaba fascinado con la escena, con mi polla a reventar a la que daba leves toques sobre los calzoncillos y por otro lado mi mente estaba anclada en el video que ellos habían visto unos minutos antes.

El video de mi esposa follando con Borja ¿Sería verdad? ¿Sería ella realmente follando por el culo con mi otro cuñado?

Una vez más pensaba en los increíbles tetones de mi esposa bajo la ducha, el agua cayendo sobre ellos, sobre esa dos maravillosas montañas de carne e imaginaba la boca de Borja chupando esos pezones, la polla de Borja entre medio de esos senos.

Luz había puesto su otra mano sobre los huevos grandes de Oscar, estaban depilados totalmente como los de un actor porno, eso  me sorprendió, parecía ser la única parte de su cuerpo depilada.

Luz hacía con su mano izquierda un leve movimiento sobre la polla sin llegar a pajearlo abiertamente y la otra sostenía las pelotas de Oscar como si están corrieran peligro de caerse.

Me daba cuenta que este no la provocaba con ninguna palabra soez o movimiento brusco, simplemente dejaba que ella se acostumbrase a tener su polla y sus huevos entre sus manos, sobando levemente ese gran paquete.

El rostro de Luz estaba muy cerca de esa gran polla, su perfecta nariz, los pómulos marcados, la hermosa boca con los labios entreabiertos, los increíbles ojos verdes entornados, a veces levantando la vista hasta la cara de Oscar cuando este daba esa especie de bufido contenido, como un toro que pifia antes de arremeter el trapo.

Era evidente que ella estaba extasiada de tenerlo así, al borde del precipicio.

Y de pronto aceleró un punto el sobeteo sobre la polla y los huevos, el bufó nuevamente y ella ya lo estaba haciendo realmente.

Estaba pajeando a su odiado cuñado allí de pie frente a ella.

Su mano iba atrás y adelante, liberando la piel de la polla de la cabeza y del prepucio, la otra mano sobando las pelotas, jugando con ellas entre sus dedos estilizados y de uñas rojas.

_Eso…….. Que bien lo haces cabrona, pajeas de maravilla, esto sí que lo sabes hacer ¿Eh?_ dijo él, ya más confiado

Siguió el movimiento más ampuloso, el brazo de luz iba atrás y adelanta masajeando esa gorda polla. Lamenté no tener el móvil, imaginé contárselo a Sofía, pero como iba a creerme esto que estaba viendo, mi orgullosa y perfecta cuñada haciéndole una soberana paja a Oscar en la terraza.

_Que buena pajota me estás haciendo bebé, querés exprimirme guacha, querés sacarme la lechita ¿Eh?_ dijo Oscar quien bajó una de sus manos y pellizcó un pezón de mi cuñada y luego otro.

Mi cuñada gimió levemente ante ese nuevo sobeteo, Oscar pellizcaba y agitaba sus pezones con pellizcos cortos y soeces, con dos dedos.

Y ella quizás para ahogar sus propios gemidos o porque ya no podía más de lo cachonda que estaba, besó la polla, le dio un toque con sus carnosos labios.

Oscar gimió y echó su cabeza hacia atrás con los ojos cerrados.

Ella volvió a besar la cabeza hinchada de esa polla, de esa odiada polla y levantó la vista para ver el efecto que provocaba en Oscar.

_La madre que me parió…._ dijo y colocó su manaza en la nuca de ella pero sin presionarla.

Esta vez Luz le dio un lametón, pude ver su lengua rosada sorbiendo esa polla como si fuese un helado cremoso.

Oscar juntó la melena de Luz con sus dos manos, era difícil pues  la cabellera de mi cuñada era  abundante y pesada, pero con el pelo rubio entre sus manos hizo una especie de coleta que sujetó a dos manos.

Ella gimió mientras seguía pajeándolo, la polla volvió a chocar con sus labios y entonces Luz abrió su hermosa boca y tragó.

Engulló la polla de mi cuñado de un bocado soez y hambriento como no queriendo que se escapara.

_Si mi vida, chúpame bien la pija mi amor_ dijo él

Supongo que ese habrá sido el momento sublime de Oscar, aún no se la había follado pero ya la tenía así a la inalcanzable Luz, atragantada de su polla y sujeta del largo pelo, ese pelo que alguna vez escuché a Eliza decir que se lo cepillaba desde niña, una y mil veces antes de dormir, ese pelo ahora mancillado entre las toscas manos de Oscar, ese largo pelo rubio y sedoso fruto de mil cuidados, ese pelo de niña pija, rica y consentida ahora reducido a una rienda de pelo, para que un palurdo argentino la sujetará y llevara su cabeza atrás y adelante marcándole el ritmo de la mamada.

Para que ahora sí, ella perdiera los papeles y el control de la situación y Oscar le follara su boca violentamente, atragantándola con su polla hasta que ella golpeo con la palma de la mano la pierna musculosa y regordeta de él, para que la dejara respirar.

_Te le vas a tragar hasta los huevos princesa, hasta que no sienta tu naricita en las bolas no te suelto_ le dijo autoritario

Y me resulto casi doloroso ver a mi cuñada tan sometida y maltratada ahora

Y con un violento tirón a la coleta de pelo en su mano, liberó la polla de la hermosa boca mancillada, ella respiró agitada buscando aire.

Luego le volvió a meter la polla en la boca, ya todo era muy violento, la cabeza de Luz iba y venía como enloquecida sobre la verga de Oscar quien bufaba cada vez más rápido y fuerte.

Yo también me pajeaba sin miramientos y decidí correrme en cuanto lo hiciera él dentro de la boca de luz, pues ya comprendía que era esa su intención.

Y ocurrió, Oscar se folló la boca de Luz con movimientos ampulosos y explotó dentro de esa hermosa boca, sujetándola por el largo pelo, apretando la cara de mi cuñada contra su ingle.

Las piernas de Oscar temblequearon un poco.

_Ahh…tragá toda mi leche o no te largo_ dijo él, presionando  la rubia cabeza de mi cuñada sobre su ingle, mientras terminaba de correrse

Ella golpeó  con una mano la pierna de gorila de él para que la soltase.

_ ¿Tragaste? Decí que si con la cabecita_ dijo él

Ella hizo un leve movimiento de asentimiento con la polla todavía dentro de su boca.

De pronto le sacó la polla de la boca violentamente, ella lanzó un largo suspiro, pasó el dorso de una mano por la boca limpiándose un resto de baba y saliva.

_Imbécil…_ dijo muy queda y se acomodó un poco la bata de toalla cubriéndose.

_imbécil todo lo que quieras pero te tragaste mi leche como una buena chica_ dijo él

_Aparta ya_ dijo muy decidida y se puso de pie, empujándolo un poco.

_Esperáme en la pieza, mi amor que ya voy_ dijo Oscar burlón, mientras ella se marchaba descalza.

Él se dejó caer en el sofá resoplando, cogió el vaso y dio un largo trago.

Salí de mi escondite y fui hasta donde estaba mi cuñado.

No pareció sorprenderse de verme allí.

_Albert, tío que sorpresa ¿Viste todo?_

_Si, lo he visto y no acabo de creérmelo_ dije

_La puta madre que ganas le tenía a esta yegua, desde que era pendeja_ dijo Oscar y volvió a beber

_Oye tío quiero ver ese video_

_Ah el video, no te preocupes, la chica no es Sofía, es muy parecida pero no es ella_

Sentí una oleada de alivio dentro de mí y agradecí que la sospecha de Luz fuera verdad.

_Igual lo quiero ver_ dije

_No es tu mujer Albert, no es la peque, quédate tranquilo_

_Anda déjame verlo de todos modos_

Oscar se quedó mirándome como estudiándome, pensativo.

_No es ella ¿para que lo vas a mirar?_ dijo

Mis sospechas volvieron a resurgir, a que tanto misterio, por qué no me dejaba ver el video y ya.

_ ¿Qué pasa tío?_

_ No quiero que te vuelvas un mirón, Albert,  ya estuviste mirando como la flaca me chupó la verga, ahora querés ver el video, la chica no es Sofía pero se le parece bastante, incluso tiene unos tetones impresionantes casi como los de tu esposa_

La última frase me chocó un poco, casi como un golpe físico “unos tetones impresionantes casi como los de tu esposa”- Joder, finalmente no me había corrido y todavía seguía excitado.

_Oscar esa es mi decisión, ya soy grande, quiero ver ese video ¿O es que es mi esposa y no me lo quieres mostrar?_

Oscar me volvió a mirar con una gran sonrisa incrédula en la cara.

_Joder macho ¿de verdad crees que Sofía puede estar sacándote cuernos con ese idiota de Borja?_

_ No lo sé, creo que…. a ella siempre le gustó…creo_ dije confuso

Oscar seguía estudiándome, con una mirada que nunca le había visto antes

_Albert que bueno como le chupé la conchita a esta guacha y como me la voy a follar en estos días, cuando llegué Borja el fin de semana se la voy a dejar de carrera_

Lo miré implorante, no podía creer lo que estaba escuchando.

_Vamos a hacer una cosa, yo te paso el video pero vos me tenés que pasar un video de la peque_ dijo por fin

_ ¿Cómo, de qué coño de video me hablas tío?_

_ Hacele un videíto para mí, desnudita claro_ dijo Oscar sin quitarme ojo

_Estás como una puta cabra_

_ ¿Sabés que estaría bueno? Un video con ella masturbándose y diciendo a la cámara que le gusta Borja o mejor como hablándole a Borja, como si se estuviera masturbando para él ¿Qué te parece?_

_Que estás como una puta cabra tío_ dije y me giré para marcharme, dejándole en el sofá, bebiendo su trago.

Estaba cabreado, por momentos pensaba que tal vez la chica del video era realmente mi esposa y al pensar eso crecía mi rabia y mis celos  pero también crecía  mi polla dentro de mis calzoncillos.

Y las frases de Oscar sobre Sofía “Hazle un videíto para mí”, desnudita, si claro, masturbándose también ¿no te jodes?

Me detuve frente a la puerta de la habitación de Luz, mi polla estaba a reventar.

Pegué la oreja a la puerta.

Escuché gemidos ahogados, esa noche no acababa nunca de sorprenderme.

Eran gemidos, reprimidos pero podía distinguirlos con total claridad, mi hermosa e inalcanzable cuñada estaba masturbándose luego de haberle mamado la polla a Oscar, al cabrón de Oscar.

Que cabrón, pensé, me sacudí la polla sobre el calzoncillo y comencé a correrme.

Al otro día me desperté, extendí el brazo pero Sofía no estaba a mi lado.

Recordé que últimamente ella había estado yendo temprano al gimnasio que habían construido al lado de la piscina.

Intenté pensar que todo lo de la noche anterior  había sido un sueño, me desperté completamente y recordé con claridad que había sido realidad.

Ya tenía una erección, jugué un poco con mi polla, las imágenes de Luz con Oscar venían a mi mente como fogonazos y luego las frases de Oscar sobre Sofía, el increíble pedido del video de mi esposa masturbándose.

Mi deseo de ver ese video de Borja, no podía ser ella, pero ¿Por qué Oscar no me dejaba verlo?

Me puse un bañador, en la terraza ya estaba Ana desayunando sola.

Nos dimos los buenos días, mi cuñada tenía un mal humor de órdago al despertar.

Bajé hasta la piscina, no había nadie allí.

La puerta corredera de cristal del gimnasio estaba abierta.

Sofía estaba frente al espejo haciendo sentadillas, tenía una pesa sujeta a sus espaldas.

Sus tetones reventaban el top ajustado, su vientre desnudo y las nalgas prominentes embutidas en unos leggins hasta la rodilla.

Me sonrió candorosamente.

Miré hacia donde estaban las cintas para caminar que usaban mis suegros y allí estaba.

Oscar caminaba pesadamente sobre la cinta mecánica, me saludó con la mano y  una gran sonrisa.

Me volví hacía mi esposa.

_Hola amor ¿Ya has desayunado?_ pregunté

_ Buen día cielo, termino con esto y voy_ dijo ella

Volvió a flexionar las rodillas, la espaldita recta, el culo marcándose ostensiblemente.

Miré a espaldas de Sofía, Oscar volvió a sonreírme, tenía una vista perfecta del culo de mi esposa el cabrón y por el espejo podía ver sus pechos también

_Oye Sofía…_ comencé a decir, quería decirle que Oscar estaba mirándole el culo.

Sus ojos castaños se abrieron, su boquita se entreabrió por el esfuerzo.

_ ¿Qué pasa?_ dijo. Era inútil querer explicarme

_Voy a desayunar y te veo luego_ dije al fin

Salí bastante cabreado, todo eran sensaciones nuevas, nunca me había importado si Oscar miraba a mi esposa antes.

Luz venía caminando hacía mi por el borde la piscina, estaba imponente con su bikini negro, llevaba una toalla al hombro, ella prefería comenzar el día en el agua.

Recordé su boca, comiendo la verga de Oscar.

_Buenos días_ dijo mirándome muy seria

_Buenos días_ dije yo.

_Oye Albert…_ dijo Luz cuando ya había pasado por su lado

Me giré, ella se estaba atando el pelo en una coleta. Observé la forma de sus brazos, lo largos y flexibles que parecían.

_En algún momento, me gustaría hablar contigo ¿te parece?_ dijo

_Vale, no hay problema_

_Gracias_ dijo ella y se zambulló con gracilidad.

Me serví café, Ana estaba acabando de desayunar, recogió su taza cuando me vio,  me senté solo en la terraza, el sol comenzaba a refulgir sobre la cala y el mar.

Mis pensamientos iban de una cosa a otra, desde la belleza de mi cuñada, como se hacía esa coleta con su pelo al borde del agua, mi esposa y su culo portentoso siendo observado por Oscar hasta las escenas sexuales de la noche anterior que no llegaba a creérmelas.

En eso se sentó mi esposa con un tazón de yogurt y frutos secos, estaba un poco sudada, sus tetones parecían querer reventar el top que llevaban.

_Oye amor ¿Siempre que te ejercitas se pone Oscar detrás de ti para mirarte?_

Mi esposa levantó la cara del tazón completamente sorprendida.

_Albert ¿Qué coño te pasa? ¿Te has vuelto gilipollas o qué?_ sus ojos almendrados se abrieron muy grandes.

_Vamos que estaba mirándote descarado_

Ella no contestó

_Te estaba comiendo el culo con los ojos_ le dije

_Siempre me ha gustado de ti que no eras de esos gilipollas celosos_ dijo muy seria

_Perdona…es que Oscar está muy salido…eso pasa_

Ella me miró con curiosidad, sus hermosos hombros torneados al desnudo, sus bellos y fuertes dientes se asomaron mientras metía la cuchara con yogurt en su boca.

_ ¿Te ha vuelto a comentar algo sobre mí?_ dijo ella

_Si… me ha dicho que conoce una chica que tiene unos tetones increíbles casi tanto como los tuyos_

_ ¿Si? que borde ¿Y tú no le has dicho nada?_ dijo ella

_Ya sabes cómo es…además….._  En ese punto estaba a punto de comentarle algo sobre  lo que había visto la noche anterior cuando llegó Ana.

_ ¿Qué vas a hacer tu a la tarde? Belén me ha invitado a navegar ¿quieres venir con nosotros?_  dijo a mi esposa.

Belén era una amiga de las hermanas de toda la vida.

No pude menor que notar que la invitación no se hacía extensiva a mí.

_ No sé ¿Qué hará Luci?_ dijo Sofía

_Ve tú a saber, seguir su peleílla de todos los días con mi marido _ dijo Ana en su estilo agrio de siempre.

_Luego te digo, voy a ducharme  y luego a la piscina_  Mi esposa se levantó zarandeando su imponente trasero hasta la cocina con el tazón vacío en la mano.

Fuimos con mi esposa a nuestro cuarto. Ella se metió en la ducha.

Fui tras ella.

_ ¿Te quieres duchar conmigo o qué?_ dijo ella  risueña

_No, solo quiero mirarte un poco ¿Está mal?_

Ella sonrió sin decir nada.

Otra vez me asombré de sus tetones pesados, firmes y llenos, en la curva de su espalda y su culo creo que hubiese podido apoyar una taza de café con leche allí o un plato sin que se cayeran.

¿Y si fuera ella la chica del video con Borja?

Sentí varias punzadas de celos como estiletes afilados, imaginé la polla de Borja entre esos pechos sublimes. Tuve una erección ¿Qué diablos me estaba pasando?

Descubre la Comunidad de Webcams +18 de TodoRelatos
Conecta, comparte y vibra en vivo con las cámaras.

comunidad.todorelatos.com

Valore y Comente los relatos que lee, los autores lo agradecerán y supondrá una mejora en la calidad general de la web.
 Comentarios sobre este Relato (9)
\"Ver  Perfil y más Relatos de Lanfasone1
 Añadir a Lista de Favoritos
 Reportar Relato
« VOLVER A LA PÁGINA ANTERIOR IR ARRIBA  ▲
 

📹 WEBCAMS +18: 1.000 Monedas Gratis!