CAPÍTULO VI: LA HISTORIA DE UN LOBO
Cristina salió echa una fiera de la oficina de Sebastián pero mantuvo su compostura al ver a Fernanda esperar un taxi en las afueras de la empresa, detuvo su carro y le ofreció llevarla, que no se preocupara no le haría nada.
C: te voy a llevar a un lugar, esta es mi oferta de paz Fernanda, después de visitar ese lugar será tu decisión continuar con toda esta estupidez o comportarte como una verdadera mujer y seguir con tu vida.
F: ¿a dónde me llevas? ¿me vas a secuestrar? Sabía que no debía montarme en tu carro
Cristina hizo caso omiso a las palabras de Fernanda y continuó manejando hasta una institución, era una fundación sin fines de lucro que atendía a mujeres con trastornos y en especial mujeres maltratadas, allí estaba la consulta de su psiquiatra con el cual había acudido al regresar de España, al entrar todas las mujeres saludaban a Cristina y le agradecían por toda su ayuda.
Patricia: gracias a tu ayuda encontré trabajo ahora puedo hacerme cargo de mi hijo y no dependeré de ningún hombre
Luisa: lo logré Cristi, al fin lo denuncié, gracias por tu apoyo, tenías meses sin acercarte pensé que nos habías olvidado
C: chicas me alegra saber que están bien, yo he estado un poco ocupada pero no las olvido, ¿el Dr Lucena está libre?
Patricia: si está en su consultorio
F: sabía que estabas loca cuando Sebastián sepa que estuviste en un manicomio no va querer nada contigo
C: el sabe todo de mí, no tengo secretos con el, enfócate en ti, te traje aquí para que hables con mi amigo el Dr Gustavo Lucena, te será de ayuda porque creo que lo tuyo más que amor es un problema que no puedes manejar el te ayudará
F: no voy a verme con ningún loquero yo estoy bien
C: solo hablaras ya si decides verte con el será tu decisión, pero si no lo haces te juro que te dare el puñetazo que he debido darte desde el primer día, dime ¿qué prefieres?
F: eres una salvaje pero no quiero que me dañes la cara, esta bien solo hablare con el
Cristina la dejó en manos del doctor y sin que Fernanda se diera cuenta se retiró dejándola allí, sabía que el doctor la ayudaría a sanar muchas heridas, Sebastián la llamó, no quiso contestar sus llamadas, pasó por la oficina, pero al no concentrarse decidió irse a su casa. Se tiró en la cama sintiendo cada vez más confusión, recibió un mensaje del Dr. Lucena, le informó que Fernanda no había colaborado pero que por el tiempo que llevaba conociéndola le recomendaba tener cuidado con Fernanda pues era evidente que estaba obsesionada y las personas así pueden llegar a lastimar a otras personas debido a su obsesión, incluso le recomendó advertirle a Sebastián sobre eso. Pedro le envió un mensaje diciéndole que necesitaba que revisara la estructura por unos detalles, ella sabía que todo estaba bien entendía que era una excusa para que fuera hasta allá aceptó ir, para mostrarle los mensajes del doctor a Sebastián y con eso dar por cerrado todo lo referente a Fernanda, aun así, buscó el camino más largo para llegar a aquella casa puesto que aún estaba muy molesta por todo lo ocurrido, los gritos de Sebastián sus señalamientos la poca confianza y por otro lado la obsesión de Fernanda era peor de lo que ella esperaba. Llego a la mansión y sintió que cada paso que daba aumentaba los latidos de su corazón a miles de kilómetros por hora, al entrar Pedro la recibió con una sonrisa, hizo una inspección y tal como esperaba todo estaba bien.
C: todo está en su lugar, no era necesario inventarse fallas, mi trabajo siempre lo he hecho bien sin importar las circunstancias.
P: no queríamos ofenderla, solo quería que viniera, usted y el Sr Sebastián necesitan hablar.
C: ¿dónde está?
P: la espera con un café en su despacho
Cristina entró al despacho y de espalda a ella se encontraba Sebastián, como si pudiera sentirla se dio la vuelta, la miraba apenado
S: pensé que no vendrías
C: vine porque sería el colmo que hasta mi trabajo y reputación quede por el piso, pero tal como sospechaba, al menos mi trabajo si lo hago bien y no estoy tan loca como crees (diciéndolo en un tono sarcástico)
S: no quise decirte loca, por favor discúlpame
Cristina se acercó a la mesa y se sentó sacó su teléfono y le mostró los mensajes del doctor Lucena
C: por esto también vine, llevé a Fernanda con mi psiquiatra, ella necesita ayuda profesional, las cosas que hace están afectando su vida profesional, el doctor nos envía una advertencia, para que dejes de subestimar las acciones de Fernanda y tu verás que haces con eso, yo por mi parte me mantendré alejada de la empresa.
S: no te puedes alejar de mí
C: ¿quién te crees, mi dueño? ya sufrí una relación enfermiza y no estoy dispuesta a entrar a otra, me trataste de lo peor y esperas que regrese a ti solo porque te disculpaste, y listo ya todo olvidado, no Señor Duarte las cosas no son así al menos conmigo no
S: Cristina entiéndeme era mi empresa, un proyecto importante y todo se fue a la basura por lo que hiciste
C: disculpa no fui yo la que le robo una patente a otro ingeniero, no fui yo la que estafó a alguien, solo trate de hacer justicia, en vista de que no quisiste escucharme ni una sola vez, me hiciste menos y lo peor me humillaste ante todos, crees que voy a soportarlo, pues no, yo tengo dignidad y orgullo, también es mi reputación y mi trabajo lo que casi pisoteaste
S: lo sé, lo sé, perdóname amor, de verdad estoy muy arrepentido de cada palabra de mis acciones, no sé qué me sucedió, tampoco pensé que Fernanda sería capaz de algo así, no esperaba nada de esto
C: bueno ya eres consciente, ahora me voy honestamente no quiero verte más (poniéndose de pie, caminando hacia la puerta)
Sebastián la toma de la cintura: dime, dime qué hago para no perderte me voy a volver loco sin ti, por favor
C: ¿está seguro Sr. Duarte? ¿Lo que yo pida?
S: lo que quieras
C: tres cosas te voy a pedir y si no las cumples me iré definitivamente
S: lo que sea
C: debes disculparte conmigo frente a todos en tu empresa, porque si mal no recuerdo gracias a mi amiga tendrás un producto mucho mejor, segundo, debes sacar de nuestras vidas a Fernanda no por celos sino por nuestra seguridad, ella no va parar es necesario que la saques de la empresa y de nuestras vidas, no haces nada teniéndola contigo, y por último quiero que me cuentes ese secreto que no me has contado.
S: mañana los reuniré a todos y me disculparé contigo, en cuanto a Fernanda hablé con su padre y hemos acordado en que la llevará con el a Londres, le hará bien, y lo último te prometo que pasado mañana en la noche de luna llena sabrás todo de mí
C: está bien, pero igual no continuaré directamente en el proyecto, en eso no cambiaré de decisión, cuento con tu palabra para que cumplas Sebastián porque como puedes darte cuenta ya no confío en ti
S: pero pensé…
C: es lo mejor, negocios y placer no deben mezclarse, la semana que viene llegará el ingeniero Daboin es de los mejores y confío en que hará un excelente trabajo, se ha mostrado interesado en tu proyecto, por eso lo elegí para que sea mis ojos y oídos en tu empresa
S: sería mejor que estuvieras tu misma, nadie puede reemplazarte, ni en la empresa ni en mi vida, ¿lo sabes?
C: disculpa si tengo mis reservas… (mirando hacia un lado)
Sebastián coloco sus dedos en la barbilla de Cristina y levantó su rostro: te prometo resarcir mi error, jamás vuelvas a bajar la cabeza ante nadie, ni ante mí, no tienes por qué sentirte mal, tienes tus razones y respetaré tus límites, te demostraré con hechos y no solo con palabras.
Se abrazaron y ese abrazo terminó con un beso largo y apasionado rozando sus labios entrelazando sus lenguas, hasta que fueron interrumpidos por Pedro quien le indicó que tenía una llamada de la empresa.
S: espérame no te vayas
P: me alegra que se arreglaran
C: en eso estamos sr Pedro
Sebastián insistió en que se quedara a cenar ella aceptó con la condición de que no se quedaría esa noche, volverían a estar juntos cuando el cumpliera sus peticiones, Sebastián comprendió que si quería que las cosas marcharan debía hacer las cosas bien y ser consecuente, la acompañó a su carro y le dio un beso de despedida, un tanto nervioso puesto que en dos días el debía tomar la decisión de hacer la tercera marca con la que ella se uniría a el de por vida, además de contarle que el es un hombre lobo y es quien ha estado visitándola en las noches de luna llena desde que se conocieron, Sebastián pasó la noche conversando con Pedro sobre lo que haría y cómo lo haría, Cristina había resultado ser una mujer totalmente distinta a las demás, capaz de hablar por sí misma, darse su lugar y una valentía que a más de uno impresionaría.
Al día siguiente la citó en la empresa en la sala de juntas, debía pasar a las 11am cumpliría con sus condiciones al pie de la letra, invitó a la prensa y a su amiga Olivia Aldana, además del resto de la planta de gerentes, jefes y supervisores. Cristina apareció como siempre con su traje de pantalón que poco o nada le lucía algo que hacía a propósito para centrar la atención no en ella sino en su trabajo, sentía las miradas femeninas esas que dicen “no sé que le vió”, “quién la viste por Dios”, miradas que ella solía responder con una sonrisa de orgullo, entró a aquella sala disimulando con su mejor cara que era un manojo de nervios al ver a la prensa.
S: bienvenida ingeniero Mendoza
C: gracias Sr. Duarte
S: la razón por la que los he citado a todos aquí es para dar una merecida disculpa pública a la ingeniero, mis palabras en la última reunión que tuvimos la ofendieron y ella aún así nos ha brindado su apoyo al traer aquí a la ingeniero Aldana para aclarar un grave hecho ocurrido hace un año y darnos la oportunidad de limpiar nuestro buen nombre, hoy dejamos atrás la nueva línea de cremas alimenticias para dar paso a un producto diferente, que estamos seguros gozará del apoyo de todos nuestros fieles consumidores.
C: muchísimas gracias Sr Duarte
S: Además (tomando la mano de Cristina) quiero aclarar ante ustedes que la relación que tengo con la srta Mendoza es además de laboral, personal, es mi pareja y espero que lo sea por mucho tiempo más, no podría haber elegido una mejor mujer que ella
Los periodistas comenzaron a tomar fotos el pasó su mano por la espalda y ambos sonrieron, Cristina sentía que se iba a desmayar, cuando comenzaron a preguntar desde cuando salían, qué planes tenían a futuro, cuando vivirían juntos y demás.
S: sin comentarios señores ya lo que tenía que decir lo he dicho en el siguiente salón pueden degustar unos refrigerios, doy por terminada esta rueda de prensa y la reunión.
O: felicidades hacen una linda pareja (Olivia era una mujer de 38años, alta, curvas de peligro como le solían decir sus ex, con el cabello hasta el inicio de las nalgas, ojos grises y piel blanca)
C: gracias amiga (le dio un abrazo como hacia mucho no lo hacía)
O: Sr. Duarte estaré en el departamento de innovación
S: gracias srta Aldana, pasaré en la tarde para ver su propuesta final
O: Cristina hablaremos después si tu quieres claro
C: claro que quiero, gracias
S: ahora mi querida novia quiero que veas estos mensajes, son del padre de Fernanda volará a Londres la semana que viene, y aquí en esta carpeta está su carta de despido firmada por ella, se la envié con alguien más no te preocupes no la he vuelto a ver
C: con eso son dos condiciones cumplidas
S: creo que me merezco un beso
C: uno pequeño no quiero que nos vean
Cristina salió más que satisfecha de aquella empresa, regresó a la oficina a atender sus proyectos, en su oficina todos la miraban asombrados, ya la noticia se había hecho viral en todas las redes sociales, páginas de chismes, prensa y demás, era imposible que nadie en el planeta no estuviera enterado de que ella era la nueva novia del flamante y soltero cotizado Sebastián Duarte el multimillonario dueño de varias empresas, le decían la nueva cenicienta, otros más amarillistas preguntaban si no sería una nueva cazafortunas puesto que el solía salir con chicas de ese tipo, otros la comparaban con sus ex novias y decían ahora le gustan mayorcitas, otros más amigables decían que era una mujer con mucho porte y seguridad, Cristina no quiso ni ver ni leer nada de lo que le mostraba Diana, esa atención le incomodaba, pero entendía que así era la vida de Sebastián entre luces y sombras por un lado estaba el personaje latinlover que todas querían en su cama, por el otro lado estaba aquel hombre misterioso y excéntrico ese que solo ella había descubierto en esas pequeñas conversaciones en su despacho, ese fue el hombre del que se enamoró pero debía lidiar con el personaje público que el mismo había creado. Así pasaron esos dos días hasta la primera luna llena que cayó el domingo, la citó en su casa a las cinco de la tarde, el ritual si tomaba la decisión debía iniciarlo media hora antes de que anocheciera y los rayos de luz de la luna tocaran su piel.
Cristina llegó esta vez con un hermoso vestido negro de tubo, con escote en V, tacones, pequeños zarcillos, cabello suelto, Sebastián se la comió con los ojos al verla en su puerta, su corazón latía fuerte, la guió al comedor, cenaron entre risas y anécdotas, con Cristina se sentía cómodo siendo el mismo, no había máscaras, tenían esa confianza de amigos y al mismo tiempo esa atracción y pasión que da el amor, era una combinación perfecta para ellos, después del postre la tomó de la mano y la llevó hacia el anexo que durante semanas habían construido juntos, lo mejor era la cúpula que permitía ver las estrellas y la luna cuando anochecía, los grandes ventanales permitían ver las montañas de un lado y la ciudad del otro, para esa noche Sebastián mandó a colocar unas cortinas alrededor, una cama en el centro de aquel espacio rodeado de cojines flores. Sebastián miraba el reloj cada tanto aún había tiempo. La abrazó le pidió hacer el amor antes de hablar y ella aceptó, la besó con tanta entrega que Cristina temblaba en sus brazos, sentía como si todo estaba escrito para llegar a ese momento, Sebastián fue bajando el cierre del vestido besándola y acariciándola, ella desabotonó su camisa y ambos se fueron desvistiendo, el vió aquel conjunto de lencería que terminaba con un liguero, aquello lo volvió loco, más cuando ella lo miró mordiéndose los labios incitándolo a irse con ella a la cama, la besaba y lamía despacio, ella correspondía sus besos y también acariciaba su cabello su espalda sus brazos, era como si sus cuerpos se reconocieran con cada tacto con cada roce, aquello más que un simple acto sexual parecía pura magia, a eso se refería el sabio, la conexión no era solo física trascendía eso, las manos de Sebastían recorrían el cuerpo de Cristina mientras sus lenguas no paraban de jugar, la desnudo por completo solo dejando el liguero, que le había parecido lo más excitante, ella por su parte se encargó de desnudarlo por completo dejando ver aquel pene semi erecto para ese momento, al que comenzó a acariciar de arriba abajo mientras el besaba sus senos y chupaba sus pezones, sus labios pasaban de un seno al otro jugaba extasiado, paraba cuando sentía el cambio de ritmo en la mano de Cristina sobre su pene, siguió el recorrido hasta alcanzar aquella vulva, que ya se mostraba un poco húmeda por la situación, olfateo el olor de aquel sexo, lamio los labios y con sus manos abrió aquella vagina exponiendo el clítoris y la entrada a su pequeño paraíso, lamía y chupaba entregado, con su lengua la penetraba mientras su mano hacía círculos en el clítoris, luego su lengua fue sustituida por sus dedos mientras el se dedicaba a chupar el clítoris, no tuvo que esperar mucho para escuchar los gemidos de Cristina que pedía más y más, cuando llego a su orgasmo sin más se arrodilló y metió su pene completo de golpe, aquello la hizo alcanzar otro orgasmo sus penetraciones eran lentas pero duras, clavando una y otra vez aquel gran pene en esa vagina, sonreía al verla gozar Cristina se incorporó a besarlo y fue ella quien tomó el control haciendo que el tomara su lugar en la cama mientras ella comenzaba a cabalgarlo, aquella visión era erótica sus senos rebotando, sus manos en aquellas caderas, los gemidos y movimientos pélvicos de Cristina lo estaban llevando al punto de su clímax, ella se detuvo y decidió ponerse en cuatro pidiéndole que la penetrara con fuerza, el encantado comenzó a nalguearla mientras rozaba su pene por aquellos labios mojados, hasta finalmente retomar sus penetraciones esta vez rápidas y fuertes las caderas de Cristina se movían buscando más, continuaron hasta que Sebastián terminó llenándola de su semen caliente. Ambos cayeron sobre la cama, fue cuando el sin miramientos mordió con sus colmillos caninos el hombro derecho de Cristina para hacer la tercera marca media hora antes de que la noche cayera por completo y la luna brillara con más fuerza Cristina sonrió, de acuerdo a lo que el sabio le había explicado el debía morderla justo media hora antes del anochecer con sus colmillos caninos para completar ese pacto con ella, si el alma de Cristina aceptaba entonces ella debía desmayarse por unos segundos como prueba de que había recibido su energía y esta era aceptada pero Cristina no se desmayó de inmediato, pensó que no era la elegida que se había equivocado pensó en qué haría ahora porque la amaba eso si lo sentía, se levantó confundido a buscar agua para ella, en ese momento Cristina lo llamó diciéndole que todo se estaba poniendo negro fue entonces cuando se dio vuelta y vio a Cristina desmayada, la marca de sus colmillos se había sanado, si era ella solo que como había sido siempre todo sería a su tiempo no al de él, la acarició hasta que reaccionó de nuevo.
S: ¿te sientes bien?
C: si, no entiendo qué paso, de repente mi cabeza daba vueltas y todo se oscureció, pero ya me siento mucho mejor de hecho tengo hambre de nuevo
S: esperaba eso
C: ¿ah sí? ¿por qué?
S: porque ahora tu y yo estaremos juntos para toda la vida
C: esa es la idea
S: hablo desde un sentido bastante literal
C: ¿me dirás ahora?
S: así es
S: Hace poco más de 8 años me encontraba en la zona campestre de Francia, estaba fascinado con el contraste de esas pequeñas poblaciones y su capital París, en uno de mis paseos nocturnos sentí que algo me seguía, creí que era un animal un lobo, pues había escuchado algunos aullidos las noches anteriores, cuando de la nada salió esta especie de monstruo mitad hombre mitad lobo era poco más alto que yo con unos colmillos afilados, estaba dispuesto a matarme, conseguí un palo y me defendí lo mejor que pude pero logró morderme antes de huir por un bosque, a duras penas llegué a una pequeña cabaña donde un señor bastante mayor que nunca me dijo su nombre me atendió, y me explicó lo que me pasaría en adelante, al día siguiente al salir la luna llena me transforme por primera vez en hombre lobo, el problema es que no recordaba lo que hacía mientras estaba bajo esa forma, si el hombre lobo probaba carne humana lo sabría puesto que siempre que lo hace cuesta cada vez más regresar a tu forma humana pero si no lo hacía al amanecer volvías a tu forma humana rápidamente, cada luna llena tomo el tiempo que me toma regresar a mi forma humana pues es allí que el lobo me permite tomar conciencia, siempre que el tiempo sea menor cada luna llena significa que no he probado la carne humana durante esa transformación, el sabio así lo bauticé, me explicó también que esa maldición tiene una forma de romperse, debo esperar 9 años sin consumir carne humana siendo un hombre lobo para poder tener la oportunidad de regresar definitivamente a la forma humana y el lobo quedaría en el pasado, y lo más importante debía encontrar a mi otra mitad un alma compatible con la mía que me acompañara en el camino, si la encontraba antes de los 9 años era la garantía del éxito pero sino podría quedarme por siempre como un hombre lobo, lo intenté con mucho esfuerzo los primeros cinco años, pero nada el ritual siempre fallaba y me sentía vacío, decidí aceptar mi destino, cuando estabas en España yo fui el que te lastimó, estaba herido y me asuste, al menos esa fue la sensación que percibí cuando logré recordar ese hecho después de verte aquí en mi casa por primera vez, nunca recordaba nada estando transformado, hasta que te conocí, tu olor tu presencia, inundo mi alma como ninguna había hecho antes, al punto que el lobo te reconoció, el fue el que te eligió hace casi dos años y yo debía tomar la última decisión esta noche, al morder tu hombro derecho cerraba el circulo que se abrió hace casi dos años con una de las garras. No quise lastimarte la otra noche cuando te golpeaste, nos tomó por sorpresa verte con ese bate, y el lobo respondió con sus instintos primitivos, pero desde que estoy a tu lado desde que siento tu cercanía he podido controlarlo y recordar todo, esta noche tu y yo somos uno definitivamente, espero no te reniegues de mí, ahora que sabes que no fueron sueños, todo fue real
Cristina estaba como en shock, sentía que los recuerdos de España, de las noches de luna llena en su casa volvían como una película, comenzó a entender sus libros, sus actitudes cuando se aproximaba la luna llena, la noche en la que el lobo la probó, permaneció callada, Sebastián sentía que estaba todo perdido y que saldría huyendo al reaccionar
C: esto, todo este tiempo eras tú, por qué tantas mentiras, por qué no fuiste honesto desde el principio
S: mi amor porque no entendía lo que sentía por ti, quería diferenciar mis emociones de las del lobo, entiéndeme, quería asegurarme de que lo que siento por ti era real, y que tu también sentías lo mismo, porque entonces no estaba dispuesto a obligarte a nada, pero no tengo dudas ahora y por eso me tome mi tiempo
C: claro por eso no te daba celos mis sueños ni lo que te conté, porque eras tu, y tampoco estabas extrañado ni pensaste que tenía problemas mentales, porque eras tú, todo este tiempo fuiste tú…
S: ¿Cuál es tu decisión? Me aceptas, ¿esperaras conmigo? Ya solo quedan 5 meses para que se cumplan los 9 años, ¿me apoyarás? (veía la duda en los ojos de Cristina, se sintió desolado por primera vez sentía que ahora sí el mundo se venía abajo)
Cristina colocó sus manos en su rostro lo acarició y lo besó, un día a la vez, tenme paciencia es mucha información, pero si mis cálculos no me fallan ya viene la luna llena…
A los pocos minutos, Sebastián comenzó a transformarse, creció el vello, las garras las patas, la cola, el hocico, las orejas, pero permanecieron aquellos ojos miel, que Cristina desde su corazón siempre supo que eran de Sebastián. Ella sonrió, sin temor alguno
C: quédate en mi regazo lobo, esperaremos juntos el amanecer…