A través de los relatos trato de expresar mi disconformidad con la hipocresía social que sigue manteniendo los tabús de la edad media.
Objetivo: la transgresión de la norma que nos encorseta y oprime.
Este no es un relato erótico al uso. Llevo algún tiempo cansado de parecidas historias y voy a intentar aportar algo distinto. No seáis muy duros conmigo.
Esta historia la comencé hace tres años, fue antes de la pandemia. Pablo A.
Despierto al amanecer, tengo algo de frio, Charo, a mi lado, boca arriba, sus tetas desparramadas sobre su pecho, la mata de pelo negro de su coño resalta sobre la piel blanca, suave.
Tras unos momentos tan emotivos bajamos al salón para tomar algo con que celebrar la buena nueva. Estaban encantados. Ni siquiera con mi madre, Mila, había visto tan feliz a mi padre.
Carlos vino a la estación del Ave a recogernos. Facturamos el equipaje por una empresa de transporte y ya estaba en casa. Nosotras solo llevábamos una pequeña maleta de mano y el bolso.
6 años después. Sí, mi historia… Tengo una necesidad visceral de escribir, de relatar lo que ha sido mi vida en los últimos años hasta hoy. Y sin saber lo que el futuro me deparará.
Cada vez estoy más convencido de que la causa del intento de suicidio no era, al menos no era solo, liberar a José de su pasión por ella. Sé que hay algo más, algo oculto, algún secreto que la corroe y que no la deja vivir en paz.
—Cariño, esto que ha ocurrido hoy, es lo que yo intentaba que comprendieras. Que puedes disfrutar tanto con las mujeres, como con los hombres. A ti te veía muy reacia a tener contactos con hombres y no sé por qué. ¿Te ha pasado algo?
Estoy leyendo lo que José escribió en el periodo desde que descubrió el engaño de Mila hasta su asentamiento aquí, en Torrevieja. La verdad es que me tiene alucinado.
Como llegaron las notas de José, a mis manos y las circunstancias que se dieron, para ser editadas en TODORELATOS. Incluyendo algunas notas de Ana, su hija, que también hace sus pinitos como relatista.
— ¿José? ¿Eres tú? — La llamada es de mi madre. Llora.
— ¿Mamá? ¿Pasa algo?
— Sí José, es tu padre. Está muy mal. Se nos muere y quiere hablar contigo. ¡Ven!
Me llamo José, tengo treinta y nueve años y voy a acabar con mi vida. Miércoles, 24 de abril de 2013. Estoy pasando por los peores días de mi existencia.Ni en la más atroz de mis pesadillas, podría haber soñado lo que la realidad me ha deparado.
Me llamo José, tengo treinta y nueve años y voy a acabar con mi vida. Miércoles, 24 de abril de 2013. Estoy pasando por los peores días de mi existencia.Ni en la más atroz de mis pesadillas, podría haber soñado lo que la realidad me ha deparado.
Me llamo José, tengo treinta y nueve años y voy a acabar con mi vida. Miércoles, 24 de abril de 2013. Estoy pasando por los peores días de mi existencia.Ni en la más atroz de mis pesadillas, podría haber soñado lo que la realidad me ha deparado.
Me llamo José, tengo treinta y nueve años y voy a acabar con mi vida. Miércoles, 24 de abril de 2013. Estoy pasando por los peores días de mi existencia.Ni en la más atroz de mis pesadillas, podría haber soñado lo que la realidad me ha deparado.